A pesar de la polémica, el equipo Metropolitanos se mantendrá en la Serie Nacional. Autor: Alex Castro Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
Históricamente los zurdos han cargado con el San Benito de que poseen la mano equivocada o que son los «siniestros», en contraposición a la condición de «diestros» de los derechos, destaca hoy el semanario Trabajadores.
En la XLIX Serie Nacional de Béisbol, tras los 18 primeros partidos, los bateadores de esa mano fueron un verdadero azote para algunos elencos, y prácticamente nulos contra otros.
Los Tinajoneros de Camagüey fueron realmente vapuleados por quienes batean en la parte derecha del home. Estos les han botado la pelota en seis oportunidades, dentro de los 52 inatrapables (segundos es este apartado negativo por detrás de los Guerreros Metropolitanos, 54), para un elevado promedio de 302.
Precisamente los rojos de la capital soportaron hasta el momento 19 extrabases (14 dobles y cinco jonrones), conectados por los «siniestros» rivales, en tanto los tiradores de Matanzas son los que mayor promedio toleran de este tipo de bateadores con 327.
La otra cara de la moneda fueron los Indios de Guantánamo, quienes «exprimieron» a los zurdos, a los que poncharon en 37 ocasiones, dominio similar al que tuvieron los lanzadores industrialistas al limitar el average de esos bateadores a solo 181, sin recibir vuelacercas.
Al parecer, los serpentineros guantanameros y capitalinos tienen bien cronometrada la manera de lanzarles a esos que batean… «por la izquierda».
Menos boletos
La adecuación por parte de los árbitros a la zona de strike que dice la regla permitió — enhorabuena — que el número de bases por bolas decreciera de una temporada a otra.
En la pasada serie nacional eran mil 101 transferencias las contabilizadas en los primeros 18 partidos, mientras que en similar cantidad de choques son 920 las regaladas este año.
La disminución es ostensible, pues los lanzadores otorgan 1,15 por partido, inferior al 1,40 del pasado campeonato.
Cupo el balk pero…
En extremo polémica, mas no desacertada, fue la decisión del árbitro holguinero Elber Ibarra de cantar balk a Pedro Luis Lazo en el segundo partido de la serie entre Pinar del Río y Granma.
La regla asegura que una de las situaciones de juego que merecen esta penalidad es la demora innecesaria del partido, que por supuesto es de total apreciación del imparcial.
El reglamento ampara a este experimentado y respetable umpire, aunque pudo valorar la situación del choque, la acostumbrada rapidez del lanzador que actuaba y la pertinencia o no de una medida legal, pero drástica, concluye el comentario del periódico Trabajadores.