Siete deportes, entre ellos el béisbol, presentaron este lunes sus argumentos para ser admitidos en el programa de los Juegos Olímpicos de 2016. El «examen» fue rendido ante los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) reunidos en la ciudad suiza de Lausana.
Hace cuatro años el deporte de las bolas y los strikes fue separado del calendario de la cita estival de Londres 2012, y desde entonces sus máximos dirigentes se han dado a la tarea de revertir los motivos que provocaron aquella decisión.
Con el estadounidense Harvey Schiller a la cabeza, la Federación Internacional de Béisbol (IBAF) explicó a la directiva del COI sus propuestas, pero según los reportes de prensa, estas siguieron algo lejanas de las exigencias del máximo organismo deportivo.
Schiller y su equipo apenas pudieron asegurar que la organización de las Grandes Ligas estadounidense, donde se concentran la inmensa mayoría de las estrellas de este deporte, no programaría ninguno de sus partidos el día que se dispute el cetro olímpico, ni transmitirá por televisión juegos que coincidan con el calendario de los Juegos.
También la IBAF propuso reducir el formato de competencia a solo cinco días y el número de equipos concursantes a ocho, a tono con la austeridad que persigue imprimirle el COI a sus futuras citas multideportivas.
Mas la necesidad de atraer a las principales luminarias, tuvo que conformarse con la tibia promesa del presidente del Sindicato de Jugadores de la Grandes Ligas, Donald Fehr, quien espera «poder presentar un plan que nos permitiría tener (durante los Juegos) una cantidad importante de jugadores de nivel, comparable a las de otros deportes que están en el programa».
Así, el tema de la cooperación en la lucha contra el dopaje —uno de los más señalado en la exclusión del béisbol— se erige como crucial, y para dar garantía de ello estuvo en la ciudad suiza Jean-Pierre Moser, responsable de la política antidoping de la IBAF.
Estos son los pilares que sostienen las aspiraciones de recolocar al béisbol bajo la sombra de los aros olímpicos, pero para ello tendrá que convertirse primero en una de las dos propuestas que haga el Ejecutivo del COI a la Asamblea General del organismo, durante una sesión que coincidirá con el Mundial de atletismo de Berlín a mediados de agosto.
Por el mismo trance pasarán el rugby, el golf, el squash, el patinaje, el karate y el softbol, cuyas representaciones se quejaron por la imposibilidad de exponer sus argumentos a todos los miembros de la Asamblea durante la sesión de octubre en Copenhague.
«Los siete deportes hicieron presentaciones interesantes e informativas. Todos tienen algo que ofrecer. Al final, la decisión se reducirá a qué deportes encajan mejor en el programa olímpico», consideró el belga Jacques Rogge, presidente del COI, a través de un comunicado.
Además de elegir sus dos deportes candidatos, durante su reunión de agosto en Berlín, el ejecutivo del COI tendrá en la agenda una ligera revisión del programa competitivo de la cita de Londres, cuyo aspecto más sobresaliente es la posible admisión de tres categorías del boxeo femenino solicitada por las autoridades de ese deporte.
La reunión de Lausana concluirá hoy, y para mañana están previstas presentaciones de las candidaturas de Río de Janeiro, Madrid, Chicago y Tokio para organizar los Juegos Olímpicos de 2016.