Alguna vez usted escuchó esa frase. Entrar por la puerta ancha equivale a hacer las cosas exitosamente, y qué mejor debut para un pelotero que pegar de jonrón en su primera vez al bate en una Serie Nacional.
Lo hizo por primera vez Armando Calzadilla, de Orientales, el 10 de diciembre de 1968, frente a La Habana, en el estadio Latinoamericano.
Eduardo Jiménez, de Ciego de Ávila, fue el segundo en lograr la hazaña, en su parque José Ramón Cepero, el 19 de diciembre de 1982, con el zurdo santiaguero Pedro Lubín como oponente.
Y lo que había sucedido solo dos veces, en 47 temporadas previas —lo compila así Benigno Daquinta— ocurrió sensacionalmente en dos oportunidades, durante la joven campaña en desarrollo.
Osvaldo Vázquez, avileño, reeditó el suceso el pasado día 17, con el santiaguero Reinier Roibal enfrente, en el estadio Guillermón Moncada. Y David Remedios, de Industriales, añadió su nombre a los libros, frente a Dorian Friol, de Metropolitanos. El hecho acaeció en el coloso del Cerro, el 21 último.
Otro jugador aparece con un turno al bate en nuestros torneos, y un cuadrangular en los registros, pero no era novato en ese instante. ¿Imposible? Pues no, porque al empuñar el bate tenía una prolongada participación como lanzador, y respondía al nombre de Miguel Pérez (Holguín).
Hay otros hitos recientes, nos anuncia el también estadístico Rafael Guerra, a quien le ha resultado imposible determinar si constituyen records en la Serie Nacional. Se trata de dos peloteros que no tenían vuelacercas en su expediente, y lograron dos batazos el mismo día, en esta Serie Nacional: Luis Guzmán, de Santiago de Cuba, y Alexei Palmero, de Camagüey.
¿Curioso, verdad?