Juro que lo vi. Era él, inconfundible con la estrella en la frente. Llegó temprano, como siempre, y prefirió disimular su presencia, igual que tantas veces. Pero lo descubrió su hija Aleida, cuando le habló a los presentes en el Salón de los Espejos del Museo de la Revolución. Y fue ella, precisamente, quien dejó inaugurado este sábado el torneo ajedrecístico Tras las huellas del Che.
Se trata de una reedición de aquel evento por equipos entre organismos estatales, inaugurado por el Che el martes 6 de junio de 1961. Y con ese poder de convocatoria que todavía nos sorprende, al llamado del Guerrillero Heroico acudieron esta vez trabajadores de casi todos los ministerios y otras entidades, así como estudiantes y asiduos practicantes del juego ciencia.
Los Grandes Maestros Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón hicieron tablas en una inédita partida a la ciega. Foto: Juan Moreno Todos vivimos momentos sublimes, desde la entrega de sus títulos a los más recientes Grandes Maestros del ajedrez cubano —Zirka Frómeta y Aryam Abreu—, hasta una partida a la ciega entre Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón. Este último suceso no tenía precedentes en nuestro país y quizá tampoco en toda América. Por cierto, concluyó en tablas, aunque el resultado no era lo más importante.
Pero fue además una velada cultural. Hubo espacio para reconocer al narrador Eduardo Heras León, Premio Nacional de Edición y ajedrecista consumado, y también degustamos tres piezas al piano del maestro Frank Fernández. El juego ciencia nos amplía el horizonte, como las artes.
Acaso por eso sedujo al Che, quien imaginó este bullir de los tableros y compartió la visión con sus compañeros de lucha. Y el ajedrez le ha sido fiel, como acuñó en sus palabras el Gran Maestro Silvino García, presidente de la Federación Cubana.
Asistieron a la ceremonia los miembros del Buró Político Ramiro Valdés Menéndez, ministro de la Informática y las Comunicaciones; José Ramón Balaguer Cabrera, ministro de Salud Pública; y Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura. También se encontraban presentes Julio Martínez, primer secretario de la UJC y Juan Vela Valdés, ministro de Educación Superior, entre otros dirigentes.
Mañana comenzarán las competencias en el Palacio de Computación y subirá la fiebre del ajedrez en toda la capital. Le advierto, puede asomarse y ver las partidas, pero es contagioso.