El Guerrillero Heroico abogó por la masificación del ajedrez desde los primeros compases de la Revolución. Esperaba una reunión de rutina, pero no lo fue. No hubo bostezos, ni distracciones, acaso para honrar al gigante que nos convocaba. En el pequeño salón del Comité Olímpico Cubano se fraguaba el nacimiento del torneo ajedrecístico Tras las huellas del Che, cuya inauguración se fijó para el próximo día 25 en el Museo de la Revolución.
Se trata de un remake de aquel evento por equipos entre organismos estatales, inaugurado por el Che el martes 6 de junio de 1961. El objetivo es patentizar la masificación del ajedrez en nuestro país, algo que el Guerrillero Heroico soñaba desde los primeros compases de la Revolución.
«Naturalmente que el ajedrez es un pasatiempo, pero es además un educador del raciocinio, y los países que tienen grandes equipos de ajedrecistas marchan también a la cabeza del mundo en otras esferas más importantes», dijo el Che a los aventureros que abrazaron entonces la iniciativa.
Pero esta vez, como han pasado los años y afortunadamente ya tenemos un gran desarrollo del juego ciencia, la Federación Cubana y el Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez (ISLA) tuvieron que organizar la competencia en dos segmentos. De un lado rivalizarán los trabajadores y del otro los estudiantes y miembros de las áreas especializadas.
En este último grupo se incluyen jugadores con Elo y un alto nivel que pertenecen a la FEU y la FEEM, así como los talentos del ISLA, el Club Capablanca y el INDER de Ciudad de La Habana. Además, habrá potentes equipos de la Universidad de Ciencias Informáticas y los Antiguos Atletas Caribe de La Universidad de La Habana.
Mientras, en el concurso de los trabajadores habrá una representación de casi todos los ministerios, junto a otras entidades como el Instituto Cubano del Libro, el ICRT, la Cámara de Comercio, el Polo Científico, el Tribunal Supremo, COPEXTEL, TRD, el Palacio de Computación y nuestro diario Juventud Rebelde.
Las competencias comenzarán el lunes 27 a las 5:30 de la tarde en el Palacio de Computación, ubicado entre las calles Reina y Amistad, en pleno corazón de la capital cubana. Como habitualmente muchas personas pasan por allí a toda hora, imaginamos que habrá una nutrida afluencia de público en cada ronda, hasta la clausura el día 22 de noviembre.
En fin, que retoña el Che ajedrecista en su cumpleaños 80 y los trabajadores saludaremos de la mejor manera el aniversario 70 de la CTC. Se avecina un gran espectáculo, de esos donde las medallas y los puntos no son lo más importante. Pero de todas formas habrá lucha sobre el tablero, porque competir siempre seduce a los hombres. Y los retos de la mente, por cierto, nos atraen todavía más.