La judoca cubana Driulis González terminó quinta en el concurso de los 63 kg de los Juegos Olímpicos de Beijing por una decisión arbitral que falló a favor de su oponente en el combate por la discusión de la medalla de bronce.
Esta constituye la segunda jornada para el judo femenino cubano en la que un árbitro decide el destino de nuestras judocas tras la injusta eliminación de Yurisleydis Lupetey en la noche del lunes.
Ahora, Driulis llegó a la discusión del bronce luego de enfrentar en su primer cotejo a la austriaca Claudia Heill, submonarca de Atenas 2004, y derrotarla por ventaja de Yuko.
Más tarde, la veterana guantanamera hizo lo mismo frente a la taipeiana Wang Ching-Fang y consiguió su pase a semifinales, aunque quedó resentida de una molestia en los dedos de la mano izquierda que la obligó a detener el combate en varias ocasiones.
Ya en semifinales, Driulis cedió por ippon ante la campeona olímpica Ayumi Tanimoto, de Japón.
Sin embargo, la cubana presentó férreo combate ante la holandesa Elizabeth Willeboordse en la discusión del bronce, y ya en el tiempo del punto de oro, el árbitro detuvo el combate al terminar una acción ofensiva de la europea, y luego de consultar a sus auxiliares, penalizó a la cubana por «pasividad», una decisión que le impidió a Driulis ascender al podio olímpico por quinta ocasión.
Por los hombres, Oscar Cárdenas derrotó en su primer enfrentamiento al francés Anthony Rodríguez en la división de los 81kg, para luego ceder ante el portugués Joao Neto por ippon.
Así quedo eliminado de la competencia, pues no pudo avanzar a los combates de repechage tras la derrota de Neto en su siguiente presentación.
Este miércoles Anaisis Hernández será la encargada de defender nuestra bandera en los 70kg por las muchachas, mientras que por los hombres lo intentará Asley González en los 90kg.