Caminar por Beijing es toda una aventura, pues a cada paso nos sorprende alguna novedad arquitectónica. Y hemos podido disfrutar a gusto del paisaje y sacar nuestras fotos, sin mucho temor a sufrir cualquier percance.
Actualmente, según las cifras divulgadas, la ciudad cuenta con un equipo de seguridad de 150 000 efectivos, además de unos 290 000 voluntarios que cuidan las calles y se identifican con un brazalete rojo. Así, los visitantes sabemos que podemos acudir a ellos en caso de emergencia.
“Hemos instruido a todos en que la vigilancia no debe trastocar la vida diaria de la ciudad”, dijo Liu Shaowu, director de la seguridad, en una entrevista televisiva traducida al inglés. Y se nota, porque solo después de mucho andar reparamos en los agentes, todo el tiempo parados en postura marcial.
Junto a la documentación oficial, todos los periodistas acreditados para los Juegos Olímpicos recibimos un singular obsequio. Se trata de una loción anti mosquitos.
Sin embargo, hasta el momento no hemos tenido que usarla, pues han aparecido poco estos molestos insectos. Pero el panorama es distinto en Shanghai, subsede donde se disputará una docena de partidos de fútbol, según una nota aparecida en la prensa local.
Allí las autoridades sanitarias han diseñado una nueva campaña para alejar a los mosquitos de los estadios olímpicos, las escuelas, los aparcamientos y los mercados. La batalla comenzó en abril, cuando hubo una movilización popular para reducir los insectos de manera drástica, eliminando la primera generación que aparece en primavera.
Los elevados niveles de humedad en la ciudad, favorecidos por los dos ríos que la atraviesan y las continuas lluvias veraniegas, así como las altas temperaturas en esta época del año, son ideales para la reproducción de los mosquitos.
Proverbio“Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos”.