Las cifras suelen ser frías. Ya sea en el béisbol, el fútbol, o en un cartel de boxeo como el ganado este viernes por la escuadra olímpica cubana a la francesa, ochos triunfos por uno.
Sobre lo sucedido en la capitalina sala Kid Chocolate pudiera escribirse mucho, pero falta espacio. Sin dejar de reconocer el nivel de los visitantes, era esperado el éxito de Cuba, y se cumplieron los pronósticos.
Mas, cada combate merece un comentario. Empecemos con el tropiezo del pluma Idel Torriente, 3-2 frente a Khadefi Djelkhir.
El veredicto hace pensar en un reñido duelo, pero no lo fue. Sobre el cuadrilátero, el recio visitante impuso su ley, ante un Torriente con la guardia muy baja y desprotegido en cada swing tirado a los costados del rival.
Con iguales deudas quedó el minimosca Yampier Hernández, a quien cuatro de los cinco jueces le vieron ganar frente a Nordine Ouballi. Pero el público aplaudió al francés...
Carlos Banteur fue exigido por Jadid Chiguer. Foto: Ricardo López Hevia También fueron exigidos el ligero welter Roniel Iglesias y el welter Carlos Banteur, por la agresividad de Alexis Vastine y Jadid Chiguer, respectivamente. Pero ambos, a pesar de bajar el ritmo en los dos asaltos finales, se llevaron un justo triunfo por 4-1.
En un combate por debajo de las expectativas, el pluma Andry Laffita se impuso también por 4-1 al doble medallista olímpico Jerome Thomas, y lo dejó sin saborear la revancha.
Los restantes desempeños fueron esperados, salvo el recto de derecha y el swing de izquierda con que el gallo Yankiel León liquidó por RSC en el primer asalto a Alí Hallab.
Antes, el ligero Yordenis Ugás volvió a vencer a Daouda Sow, el mediano Emilio Correa se impuso a Jean Michel Raymond, y el crucero Osmay Acosta superó a Jhon Michael Mbumbr, siempre por votación unánime.
Ahora, la escuadra cubana se alista para cumplir una etapa de preparación en condiciones de altura. Luego tiene previsto trasladarse al continente asiático para el acondicionamiento final antes de la cita estival de Beijing.