Ansioso, el mentor Jorge Fuentes espera por el regreso del antesalista Donald Duarte, un hombre que hasta anoche se había ausentado a 16 de los 47 juegos del equipo Pinar del Río.
«Necesito a alguien que me tape al Gordo», me dijo el laureado estratega, en referencia al receptor Yosvany Peraza. Con sus 14 jonrones, el enmascarado de Vueltabajo marchaba a uno del líder —el santiaguero Alexei Bell— mientras escribíamos esta nota.
Pero las circunstancias han impedido que el Gordo exhiba números aún más rollizos. Boleado en 33 ocasiones, 23 de ellas intencionales, Peraza se erige en la principal preocupación de los lanzadores oponentes: ¡lo han pasado seis veces con las bases limpias!
Los pinareños soportan numerosas derrotas por diferencia de una carrera, incluidos los tres recientes partidos ante Ciego de Ávila, y dos a manos de Villa Clara.
Entonces, se hace perentorio «tapar» al Gordo, y para conseguirlo, el regreso de Duarte podría ocurrir el próximo martes, cuando Pinar del Río visite a Cienfuegos.
Aunque fue reconocido como el tercera base de mejor rendimiento en Occidente durante la primera mitad del campeonato, Duarte no fue convocado para el inminente Juego de las Estrellas porque anda con un yeso a cuestas: tiene una fisura en la mano izquierda, ocasionada por un pelotazo.
Dentro de unos días —eso espera Jorge Fuentes— pasar a Peraza rumbo a primera base no será, como hasta ahora, cosa de coser y cantar. Con Duarte en el quinto turno de la alineación ofensiva, Pinar del Río podrá empeñarse en mejorar su récord de juegos ganados y perdidos.
Y este equipo sería, además, un rival de cuidado en la fase de los play off. Entonces se enfrentará casi seguramente al segundo clasificado del grupo B, al parecer Industriales o Sancti Spíritus, en un corto duelo de cinco partidos.