El descanso fuera de programa facilita hoy al manager cubano, Rey Vicente Anglada, ajustar la selección para el compromiso semifinal y la búsqueda del décimo título consecutivo en el béisbol panamericano, comenta PL.
El azaroso torneo de la disciplina, con juegos suspendidos y uno sellado, motivó la inclusión del día libre para los antillanos, que repuestos de la derrota inicial ante los panameños requieren de un despertar en materia ofensiva.
Una mirada a las ausentes estadísticas del torneo muestra a los caribeños con 26 imparables y 15 carreras anotadas, números nada despreciables para apenas tres partidos.
Sin embargo, el resultado ofensivo de sólo seis batazos de más de una base, tres jonrones, un triple y dos dobles, no ha servido para impulsar a 17 corredores dejados en posición anotadora.
En conversación con Prensa Latina, Anglada se refirió a la baja oportunidad en el bateo, al reconocer cómo se dejó de anotar en al menos tres oportunidades con hombres en tercera base y un out.
La maquinaria ofensiva se engrasa a la espera del cruce semifinal para sumarse así a la buena labor realizada por la defensa, sin errores hasta el momento en Río-2007 y al desempeño efectivo de los lanzadores.
Tras la derrota 3-4 con Panamá, el manager cubano comentó que los relevistas fallaron a la hora de defender la ventaja mínima, pero los lanzadores únicamente han permitido ocho anotaciones a los contrarios.
Según Anglada los jugadores cubanos son de competencia y saldrán al terreno de Ciudad del Rock confiados en llevar a la isla la medalla de oro.
Yuliesky Gourrriel, Alexander Mayeta y Yoandry Urgelles han estado bien hasta el momento, mientras Frederick Cepeda, Yoennis Céspedes y Osmani Urrutia tienen pendiente todavía el primer indiscutible.
El rival de Cuba en la semifinal deber ser República Dominicana, mientras Estados Unidos se jugaría el pase a la discusión del título dorado ante México o Panamá, en dependencia de los resultados del partido sellado por el primero con Venezuela.
En caso de triunfo mexicano tres equipos quedarían con dos victorias y un revés en el Grupo B, con Cuba asegurada por permitir cinco carreras a las selecciones encartadas en el desempate, por 8 de los beisbolistas del país de los aztecas y 12 de los istmeños.