Con el triunfo del debut, los santiagueros afianzaron su fe en la victoria. Foto: Calixto N. Llanes GANE o pierda Santiago de Cuba la final beisbolera de este año —al cierre se disputaba el segundo choque— habrá fiesta en La Trocha cuando se cante el último out del campeonato, como reconocimiento al buen desempeño del equipo montañés.
La primicia nos la trajo un despacho noticioso fechado en la Ciudad Heroína. Y nos alegra, porque el pueblo santiaguero merece ese regalo.
Conocida popularmente como Trocha, la avenida se nombra en realidad 24 de Febrero, como homenaje al levantamiento armado de 1895, cuando comenzó la guerra necesaria organizada por Martí.
Pero, pónganle el cuño, no será lo mismo si el trofeo no se queda en el terruño. Perder dos años seguidos contra Industriales sería cortar las alas a las avispas. Ganar, en cambio, devolvería la autoestima y atizaría el fuego para el próximo duelo.
Y a juzgar por lo visto en el arranque del play off, los indómitos tienen armas para arrebatarles la corona a sus enconados rivales. A saber, exhiben una ofensiva muy ajustada, con Bell a la cabeza, que a ratos recuerda a la famosa «aplanadora» de años atrás. Encima de ello, el pitcheo de los orientales no es precisamente un manjar.
Por lo pronto, con más fervor que en los últimos años, en la «tierra caliente» se respira pelota por los cuatro costados, tanto como el humo del buen café.