Yumilka Ruiz, lidera la escuadra Constructoras, favorita para ganar la Liga. Foto: FIVB En la tierra del mejor tabaco del mundo, Pinar del Río, las integrantes de los cuatro equipos femeninos de voleibol inician este sábado la segunda vuelta de la Liga Nacional, con sede en la polivalente 19 de Noviembre.
Tras concluir la primera fase invicta en seis salidas y con su capitana Yumilka Ruiz liderando la mayoría de los aspectos del juego, la escuadra Constructoras parece no afrontar grandes obstáculos para cosechar nuevas victorias.
En un segundo plano —más equiparadas entre sí— marchan Mambisas y Agricultoras, con tres triunfos e igual número de derrotas, en tanto las denominadas Energéticas sufren en la humedad del sótano y sin muchas esperanzas de que la luz se encienda.
A propósito, desde la Universidad de Ciencias Informáticas, el estudiante espirituano Wilfredo Massó Gómez, se suma al criterio de que en este torneo los aficionados no se sienten atraídos ni representados por los nombres de los equipos.
En carta llegada a nuestra redacción, Wilfredo elogia el formato de la Liga, pero acota que «se busca además convertirla en un espectáculo y para esto los nombres de los equipos no ayudan, pues no son representativos de nada. Obsérvese que mientras hay Constructores y Energéticos, que aluden a sectores económicos, también hay Mambises».
Argumenta nuestro lector que «los clásicos conjuntos Occidentales, Capitalinos, Centrales y Orientales, con atletas de esas zonas, quizás llenarían estadios como lo ha hecho el baloncesto, deporte de menos resultados en Cuba que el voleibol.
«Además —concluye Wilfredo—, ahora se conoce de antemano quién será el campeón, pues el equipo Energético en el certamen masculino aglutina al grueso de los integrantes del Cuba y sería un milagro que no ganase la Liga».
Y no le falta razón, pues hasta el momento este colectivo tiene 27 sets a favor, solo siete en contra y se mantiene invicto con nueve éxitos. Los varones juegan su segunda vuelta en la sala Alejandro Urgellés, de Santiago de Cuba. Les reitero que la polémica sigue planteada.