Aunque Cienfuegos «se plantó bonito» ante Industriales, Yadel Martí (en la foto de abajo) despidió el año con dos buenas noticias: su tercera victoria en la Serie y el reconocimiento del INDER por su actuación en el Clásico Mundial. Fotos: Franklin Reyes y Alex Castro Disfrutar con tiento del fin de año; quien cumpla esta máxima estará en mejores condiciones de reanudar la temporada beisbolera, el 3 de enero, con 69 juegos del calendario clasificatorio por delante.
Los choques matutinos de la víspera aportaron más de un atractivo. En una escala del uno al 10, le otorgaría la calificación máxima a la faena de Ciro Silvino Licea, capaz de una buena vez de doblegar a Santiago de Cuba; así le entregó a Granma, como regalo, el primer puesto de su grupo, aunque Manuel Vega retiró cuatro outs.
No hubo, en cambio, ofensiva más estrepitosa que la del avileño Yoelvis Fiss: dos pelotas anidadas en el graderío y seis carreras para su equipo, sacudiéndose del yugo naranja.
Un inexperto, Abel Viego, y el veterano Carlos Yanes, se liaron en la Isla de la Juventud en un duelo sin decisión. Entre los relevistas se discutió más tarde el botín, con el fogonazo de Fonseca encegueciendo a Rubido.
De que la ofensiva no es atributo exclusivo de los más fuertes dio pruebas fehacientes Pinar del Río, con los cuadrangulares del gordo Peraza y del espigado Alexei.
¿Industriales? Pareciera que su ofensiva tomó vacaciones por adelantado —tres hits el miércoles, tres el jueves— pero la línea terrible de Rudy Reyes, desconchando el concreto del ala izquierda, fue suficiente en el éxito de Yadel Martí.
Pocas veces apareció un cerrador tan descontrolado como Yoendris Molina (dos bases por bolas, dos lanzamientos contra el piso, un pelotazo), pero retirando dos outs se apuntó el éxito de Las Tunas, en extrainnings.
Como relevista largo, el experimentado Yovany Aragón propició el último cantío de los gallos, que extendieron su hegemonía de los días recientes. Eriel Sánchez fletó a dos embasados.
Y de los cuatro tiradores que desfilaron en la Ciudad de los parques, dos de cada escuadra, solo el holguinero Reinaldo Silva—una carrera limpia en cinco episodios— desplegó un trabajo decente. Pero nunca sus compañeros emparejaron la pizarra.