Puños jóvenes avalaron el torneo. Foto: Roberto Morejón
Tres triunfos consecutivos, el último antes del tiempo reglamentario, dieron a Camagüey el título en el Campeonato Nacional de boxeo por equipos, mas el desempeño del resto del elenco agramontino terminó por trastocar el ordenamiento del podio de premiaciones de la anterior versión del certamen.Los nuevos monarcas habían concluido segundos hace un año al ceder en un cerrado cartel frente a los santiagueros, quienes esta vez no solo lamentan la salida del trono, sino que el desenlace final del duelo los lanzó hasta el tercer escaño de la tabla de posiciones.
Solo el éxito en nueve peleas les daba a los orientales la posibilidad de conservar la corona, pero sobre el cuadrilátero del auditórium Iván Hidalgo Funes los anfitriones exhibieron su poderío para perder solo cuatro pleitos, y acumular 283 unidades.
Este resultado favoreció a la representación de Pinar del Río —tercera en 2005—, que horas antes supo reponerse de cuatro derrotas sucesivas en su último compromiso frente a Ciudad de La Habana, para apuntarse un triunfo de 53-34 que la impulsó hasta el subcampeonato con 239 puntos.
Con seis unidades menos terminaron los santiagueros, al tiempo que los capitalinos volvieron a ser cuartos con 214 rayitas y la escuadra guantanamera cerró en la quinta posición con 211, luego de vencer 59-20 al sotanero Villa Clara, que sumó apenas 85 cartones en sus cinco presentaciones.
Además, los flamantes monarcas se llevaron los galardones otorgados al peleador más combativo del torneo y el mejor entrenador, los cuales recayeron en Yorman Rodríguez y José Amador López, respectivamente.
El peso minimosca Yampier Hernández fue premiado como el púgil más técnico del certamen, en tanto el pleito ganado por el ligero welter pinareño Yosbel Melgarejo al fogueado santiaguero Carlos Banteur fue seleccionado como el mejor combate de la justa.
Así, sonó el último gong de nuestras justas nacionales y comenzó la espera por una nueva edición del Campeonato Nacional Playa Girón, que esta vez tendrá por sede a las tierras espirituanas a inicios del año entrante. Allí, con todas las primeras figuras en acción, otro gallo puede cantar.