Yunior Estrada (de pie) intenta proyectar en el entrenamiento a Alexander Casal. Fotos: Franklin Reyes
Llegó la hora de la verdad para seis talentosos gladiadores que, entre turcas y supley, se «burlaron» de las cálidas temperaturas que imperaban en el colchón de entrenamiento de la ESFAAR Córdova Cardín.
Mañana se iniciará en Guatemala el Campeonato Mundial Juvenil de Lucha, con las acciones en el estilo grecorromano.
A esa justa, que culminará el 4 de septiembre, asistirán tres luchadores en esa modalidad —todos procedentes del municipio agramontino de Florida— e igual cantidad en el estilo libre.
Los entrenadores Juan Carlos Linares (greco) y Julio Mendieta (libre), no dan respiro a los pupilos y son tajantes en sus criterios: «Con el nuevo reglamento de la FILA (Federación Internacional de Luchas Asociadas), el trabajo sobre el colchón debe ser más intenso y hay que incrementar el ataque para marcar puntos en cada período del combate».
De ahí que en las exigentes jornadas de adiestramiento hayan enfatizado en las series de repeticiones que incluyen técnicas para el derribo del rival, a saber: volteos, tackles, «bomberos» y turcas.
También trabajaron la resistencia de fuerza rápida, incluyeron topes de entrenamiento y otras variantes de «situaciones combativas» en las cuales Linares y Mendieta observaron minuciosamente las reacciones de sus alumnos.
ENJAMBRE GRECO-FLORIDANO
«Florida es la cuna de la lucha y a ese territorio camagüeyano dedicaremos las tres medallas de oro que conquistaremos en el Mundial, sin creer en rusos, turcos ni iraníes», reiteraron a JR Sergio Rodríguez (60 kilogramos), Alexander Casal (66) y el capitán Yunior Estrada (84).
El más experimentado del trío de gladiadores agramontinos es Casal, quien desde hace dos años integra la preselección de mayores, junto a Maylín Consuegra, actual monarca centroamericano, y Alaín Milián, bronce mundial.
«No sabemos qué rivales enfrentaremos, pero hemos entrenado bien. La lucha actual exige más ataque, así como perfeccionar la defensa, y nosotros hemos trabajado esos aspectos», expresó Casal.
Por su parte, Linares lleva nueve años al frente del colectivo técnico-juvenil —que ahora integran Ángel Torres, Luis Forcelledo y Norge Sandó—, y ha participado en cuatro justas ecuménicas. Su mejor resultado fue en Turquía 2003, donde con tres hombres logró una presea de plata. Y entre los agraciados que han recibido sus conocimientos destaca el imbatible campeón mundial Mijaín López.
«Como preparación para este Mundial entrenamos aquí con los gladiadores de República Dominicana y Guatemala que asistieron a la cita centrocaribeña. Yo le explico diariamente a mis discípulos la necesidad de tirar movimientos de mayor amplitud para marcar puntos y no depender de la suerte con la chapilla», aseveró.
Los combates de lucha exhiben dos períodos de par de minutos. Linares se refiere a que, cuando se llega al primer minuto de cada tiempo con empate 0-0, el árbitro lanza al aire una chapa. En dependencia del color que esta refleje al caer, un luchador deberá ir a la posición de penalización o «cuatro puntos».
«Ahí, quien obtenga la ventaja, casi se asegura el triunfo en el período, pues un agarre fuerte posibilita la virada con desbalance», sentenció Linares.
Por tanto, para Sergio, Casal y Estrada no hay otra fórmula en pos del éxito: supley, turca, pase atrás... ¡que pare el que tenga frenos!
VÍA «LIBRE»
Dabián Quintana (a la derecha) aspira al oro en los 55 kilogramos. Mientras, el trío de libristas que dirige Mendieta lo integran el espirituano Joel Roche (50 kilogramos), Dabián Quintana (55, CMG, también de Florida), y Reineri «Gimnasta» Salas (84, CHA), actual campeón panamericano de mayores en Río de Janeiro 2006.
Según lo previsto en el nuevo reglamento de la FILA para el estilo libre, existe una pequeña «diferencia» con el grecorromano, la cual consiste en que no hay intervención arbitral hasta que no culmine el segundo minuto de cada tiempo. Entonces, si hay empate 0-0... ¡a lanzar la chapa! para ver quién gana esa fracción del combate.
«Siempre instruyo al equipo en los movimientos de proyecciones que tributen de tres a cinco puntos, como son el tackle y los enganches por dentro para que el rival caiga de espaldas al colchón. Con un par de estas se gana el período».
Mendieta y los también entrenadores Leonardo de la Torre, Pedro García y Aparicio Campos consideran que el nuevo gimnasio que tienen para entrenar en la escuela, mucho más amplio y «menos» caluroso, ha posibilitado el desarrollo técnico-táctico de los equipos de lucha.
Para el «Gimnasta» Salas, quien relata con agrado su inesperado triunfo panamericano frente a gladiadores bien establecidos de Estados Unidos y Canadá, la cita de Guatemala será difícil por el desconocimiento que tienen de los rivales.
«Llevo dos años en la preselección nacional de mayores, y he aprendido mucho en los entrenamientos en el Cerro Pelado junto a mi ídolo y multicampeón Joel Romero. Si gané el Panamericano de mayores, no puedo proponerme otra cosa que traer el título juvenil. Tanto yo como el resto del equipo, estamos preparados para ello», aseveró Salas.
La suerte, entonces, está echada. Entre volteos, desbalances, agarres... y chapilla por el aire, en el colectivo técnico de ambos estilos prima una sola idea: regresar con rúbricas triunfales.