Todor Aleksiev (16) ataca sobre la net. Foto: Alex Castro Al concluir este martes, en la Ciudad Deportiva capitalina, la primera subserie Cuba-Bulgaria de la presente Liga Mundial de Voleibol masculino, los directores y capitanes de ambos equipos no hicieron más que hablar de errores en la habitual conferencia de prensa.
Plamen Konstantinov, capitán del elenco balcánico, dijo que el lunes fueron ellos los que se pasaron la noche haciendo errores sobre el taraflex y eso les costó sufrir una derrota apabullante. Ayer, agregó, fueron los cubanos los que no hicieron nada bien.
Este criterio fue compartido, más o menos, por el capitán caribeño Pavel Pimienta y los DT Martín Stoev y Roberto García.
Se habló también del excesivo ajetreo de los jugadores cubanos y este aspecto me hace meditar en si no habrá sido también un error haber enfrentado dos contiendas, totalmente diferentes, al mismo tiempo y con la misma nómina.
En definitiva, se alteró el calendario del grupo D de la Liga Mundial y al final se perdió el torneo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y ahora la clasificación para la ronda de la verdad se nos ha puesto difícil, porque los dos restantes partidos con Bulgaria, serán en su casa y, quiérase o no, es una tremenda ventaja para ellos.
Pero, para no incurrir también en una pifia informativa, debo puntualizar que con el triunfo de Bulgaria con pizarra de 3-0 (25-20, 25-22 y 25-21) el estado de los equipos de esta llave contempla un empate en la cima entre ambos contendientes con cinco victorias y un revés.
Matey Kaziyski con 12 tantos y Vladimir Nikolov (10) pusieron la música por los europeos. Los más entonados por los locales fueron Osmani Juantorena (9), Raidel Poey y Odelvis Dominico (8 cada uno).
Cuba estará el próximo fin de semana en Egipto para enfrenar al plantel de ese país africano y Bulgaria hará otro tanto con los sudcoreanos en Asia.