Eduardo Paret se desliza en el home y anota una de las carreras cubanas. Foto: Juan Moreno, enviado especial Llegamos al municipio de Turbaco, distante unos 20 kilómetros de esta ciudad, y enseguida supimos por dónde estaba el estadio de béisbol. Bastaba con seguir la larga fila de personas que caminaba con prisa, y a veces hasta corría.
«Cuba tiene el mejor béisbol del mundo», nos gritaban los lugareños cuando nuestro vehículo les pasaba por el lado y ellos descubrían en el parabrisas delantero la bandera de la estrella solitaria.
Según voceaba la locutora del estadio, la temperatura local era de 27 grados. Pero de eso nada. En la piel se sentían como si fueran 40.
Abriéndonos paso entre la gran multitud que reclamaba a los agentes porque estos prohibían el acceso a la instalación abarrotada desde hacía rato, llegamos hasta el banco del equipo cubano, que ya consumía su primer turno al bate frente a Puerto Rico.
Allí escuchamos que los terrenos no están en condiciones óptimas, porque no tienen arcilla en la «media luna», sino arena, y esto ha imposibilitado usar la velocidad en función de la ofensiva. También comprobamos nuestra sospecha de que la pelota Kenko apenas «bota», y de que si se estuviera jugando con la Rawlings, los campeones olímpicos ya tuvieran una buena cantidad de jonrones.
Y así, entre mis ídolos de ayer (Omar Linares también estaba por allí), y de hoy, se me fueron volando las dos horas y media que duró el choque, en el que vencimos a los boricuas seis carreras por tres. Yadier Pedroso (lanzó siete episodios) fue el ganador, y Héctor Rodríguez el perdedor. Paret, de 3-2, y Cepeda, con largo jonrón, se destacaron con el madero.
Cuba (4-0) aseguró así el primer lugar del grupo B y jugará hoy en la «muerte súbita» contra Panamá, pues como se esperaba, los canaleros lograron vencer al cierre a Bahamas. Pero contra quien sea, el «macho» aquí, todos lo saben, es el equipo de las cuatro letras.
Después del juego, emprendimos el siempre más breve viaje de regreso a esta ciudad, capital del Departamento de Bolívar, que estaba de fiesta celebrando el Día de la Independencia nacional. Y pasando por frente a numerosos campos cultivados de maíz, dejamos atrás aquella localidad donde estaban las canteras desde las cuales bajaban los esclavos, en tiempos de la colonia, para construir la muralla.
Totales: CUB 6-9-0; PUR 3-8-0; G: Yadier Pedroso; P: Héctor Rodríguez; HR: F. Cepeda (CUB) y Juan Medina (PUR).