En el box aparece Yadier Pedroso, uno de los mejores lanzadores cubanos. Foto: Juan Moreno, enviado especial CARTAGENA DE INDIAS, Colombia.— La pregunta resonó como una bomba en Cuba. Algunos no entendieron por qué si el país subcampeón del Clásico Mundial de béisbol poseía un segundo elenco (y hasta un tercero) de ensueños, acudiría a estos XX Juegos Centroamericanos casi con la misma selección que hace cuatro meses viajó al Hiram Bithorn, de Puerto Rico, y al Petco Park, de San Diego.
No era una incógnita en señal de subestimación a los rivales del área. Resultaba la reacción lógica nacida del deseo popular de brindar oportunidades a figuras más jóvenes, relevos naturales de la actual generación.
No esperábamos, sin embargo, que en la llamada «ciudad de García Márquez» aquella interrogante encontrara eco entre los aficionados locales. ¿Por qué Cuba no trajo al segundo equipo?, nos preguntan con insistencia por aquí.
De modo que, ante esa onda expansiva, fuimos al encuentro de Carlos Rodríguez Acosta, presidente de la Federación Cubana de Béisbol.
El dirigente «vació» sobre la grabadora varios argumentos de estrategia mayor:
«Hay una razón importante: el evento clave de este año es el Preolímpico que tendrá lugar en Ciudad de La Habana y dará dos plazas para los Juegos de Beijing, en el 2008. Los Centroamericanos, junto al torneo de Harlem, en Holanda, son las competencias que estamos utilizando para foguearnos.
«Si tú traes a un conjunto joven aquí pero dejas a la base de la selección para el Preolímpico en La Habana, allá solo habría un entrenamiento sin juegos. No haríamos nada; por eso este es un certamen de fogueo para poner a los peloteros en forma óptima, al igual que el evento de Holanda; de ambas justas saldrán nuestros representantes en el Preolímpico».
Rodríguez destapa cuál habría sido la táctica en otras circunstancias: «Hubiéramos traído a un segundo o hasta un tercer equipo. Este es un evento bueno y la pelota cubana tiene calidad para hacer eso sin poner en riesgo el resultado y sin demeritar a los rivales».
—De manera que, al contrario de lo que piensan algunos, los hombres de la escuadra del concurso de Holanda no están excluidos.
—Por supuesto que no. Ambos equipos forman parte de una gran preselección. Hay posiciones en las que si traías a dos atletas aquí, o jugaba uno, o jugaba otro. Y lo importante es que se ejerciten ambos para confeccionar la mejor selección posible.
—Después de los Juegos, ¿qué sucederá en Cuba? Se habla de que cambiará la forma de clasificación: los cuatro cabezas de grupo y los cuatro de mejor balance sin distinción de zonas geográficas, por ejemplo. Chocaría entonces el uno contra el ocho, el dos con el siete...
—Hemos manejado ideas como tú dices, pero internamente, no hay nada aprobado. Pensamos hacer un proceso amplio de análisis con la prensa, con los comisionados provinciales y demás especialistas, para organizar el sistema competitivo que nos posibilite insertarnos mejor en el béisbol internacional.
Hay que estudiar muchas ideas; realizar un debate para llegar a un consenso sobre cuál sería el mejor camino para la pelota cubana.