Una pareja de reposteros de Texas, EE.UU., quiso crear un cake novedoso para su propia boda y sorprendió a todos los que asistieron y vieron una torta que imitaba las cabezas de ambos, chorreando sangre falsa, y con un cartel que decía «Hasta que la muerte nos separe». La mujer explicó que a su esposo, David Sideserf, le fascinan las películas de terror, y a ambos les pareció «muy divertido» mirar las reacciones de la gente, aunque admite que a su abuela no le causó mucha gracia la idea. Simpáticos, ¿eh?