Después de muchas disputas, a Sylvester Mwendwa y Elijah Kimani no les quedó más remedio que aceptar convertirse en los esposos de la misma mujer, cuando esta dejó claro que no podía decidirse, después de haber vivido con ellos por más de cuatro años. Para evitar disputas en el futuro, llegaron a un acuerdo escrito: un sistema de rotación en el que cada uno verá a la esposa en días distintos, durante los cuales vivirán en la casa de ella. Sylvester y Elijah también actuarán como padres de los dos hijos de la muchacha, así como de cualquier otro que dé a luz, independientemente de quién sea el padre biológico. El texto aclara además que no pueden sentir celos, que vivirán en paz y que nadie los forzó a aceptar el arreglo.