Aunque tarde, una mujer china que estafara a unos comerciantes con un billete falso hace siete años, regresó a la tienda para pedir disculpas. A pesar de haber olvidado el incidente, los encargados recibieron con alegría las disculpas de la estafadora, quien declaró que desde que cometió el hecho no dejó de sentir culpa y arrepentimiento. Se demoró un poquito en decidirse, la verdad.