Nat Garvey dice estar muy contenta porque tiene el que define como «el mejor trabajo del mundo». Su tarea es probar todo tipo de artefactos para el placer sexual. Cada semana, Nat, de 24 años de edad, da el visto bueno o rechaza decenas de esos objetos, a los que da una puntuación en informes que entrega a sus empleadores en una tienda llamada Passion. Así, a pesar de que solo lleva dos años en este trabajo, la joven ya tiene en su currículo el insólito mérito de haber «examinado» unos mil de los más disímiles aparaticos.