La policía italiana dijo que una mujer de 66 años había colectado el equivalente a 309 000 dólares —cantidad que tenía en su cuenta bancaria— con un timo fácil: reclamaba estar totalmente ciega, pero la atraparon… mirando la vidriera de una tienda. La vieja dama indigna fue fotografiada caminando por los mercados en un pueblo cerca de Turín, cruzando sin dificultad las calles, y también se supo que firmaba los recibos sin siquiera ponerse espejuelos. Además de los «ahorritos», tenía seis propiedades. Se pasó de rosca la señora.