Al parecer las vacas tienen un sentido exquisito para el arte. Recientemente, una banda de jazz que estaba de paseo por una campiña francesa, comenzó a tocar sus acordes, y grande fue la sorpresa de los músicos cuando bovinos que pastaban en la zona se les acercaron y se quedaron embobecidos escuchando las melodías.
A raíz de esa experiencia, la banda, especializada en clásicos de Louis Armstrong, Jelly Roll Morton y otras leyendas del jazz, no descarta editar un CD especialmente para estos animales.