Un joven brasileño se vio sorprendido durante un robo, aunque no debido al ataque y sí porque minutos después el ladrón regresó y devolvió el reloj alegando que era falso. El caco fue detenido por la policía cuando entregaba la prenda robada reclamando su falta de autenticidad. Antes el caco había amenazado a su víctima a punta de pistola y se llevó además su dinero, tarjetas de crédito y documentos personales. Al parecer a Silva solo le resultaba confiable chequear la hora en un Swatch, un Rolex o un Omega. Ahora en la cárcel verá el tiempo pasar, pero sin medirlo por un reloj. ¿Le vendría bien mi viejo Poljot?