Desesperado por llegar a su casa, un joven brasileño burló la seguridad de un aeropuerto en Sao Paulo para montarse en un avión. Leite Lopes, de 24 años, se detuvo ante la aeronave, que estaba a punto de despegar, pero no tuvo tiempo ni para hacer una seña al piloto porque los guardias le detuvieron enseguida. Según dijo a la policía, él solo quería pedir que le llevaran a Ribeirao Preto, su ciudad natal. Y las autoridades le complacieron, pero en vez de dejarlo en la puerta de su casa, lo pusieron tras las rejas.