Charlie Cavey, de 31 años, canta y toca la guitarra desde dentro de un antiguo tanque de basura con tapa. Tiene mucha aceptación, pero como no puede estar pendiente del dinero que dejan los espectadores, tuvo que colocar sobre el tanque a Obi, su mascota. Su perro defiende con fiereza la recaudación. «La gente que veía un tanque de basura con dinero arriba, se pensaba que era efectivo gratis». Pero con Obi: problema resuelto.