No lo van a creer, pero a la casa donde la tradición ubica la historia de Romeo y Julieta, en la ciudad italiana de Verona, llegan anualmente unas 6 000 cartas dirigidas a la joven enamorada, a la que hacen consultas diversas. Esta es una muestra: «Querida Julieta, estoy casada con un hombre encantador que me colma de regalos; el problema es que no lo amo». Y otra: «¿Podrías utilizar tu magia y bendecirme con una apasionada historia de amor que dure para siempre? Él debe ser alto y apuesto. No creo que haya mencionado su abultada cuenta bancaria. Lo apreciaría muchísimo».