Steven Locascio, de Marathon, EE.UU., llamó a la policía para pedir que le devolviesen varias plantas de marihuana. Por supuesto él no sabía a quién telefoneaba, pero no tardó en enterarse. La «carga» había sido decomisada por detectives encubiertos, quienes a modo de broma dejaron una tarjeta que decía «Gracias por las plantas, si las quieres de vuelta, llámanos para fijar un precio». ¡Y Steven llamó!