Un ladrón apodado El Tigre fue detenido en Puebla (México) en el mero acto de miccionar, pues no pudo aguantarse cuando robaba una vivienda. Al percatarse que alguien había entrado en su casa, el propietario llamó a un gendarme quien, mientras tomaba notas, sintió ruidos procedentes del interior del baño… Pero no pudo entrar porque del otro lado, el delincuente respondía diciendo que estaba ocupado.