Douglas Jones, de 57 años, decidió rendir tributo a jugadores de golf fallecidos. Pero las 3 000 pelotas de golf que ubicó en una de las áreas del Parque Nacional Joshua Tree de California, no fueron bien vistas por los guardaparques. Para ellos, Douglas solo tiró basura en un espacio público que es parte de una reserva natural. Como si no bastara, también acostumbraba a dejar latas con fruta o verdura para «asistir a los caminantes». Ahora este «buen» hombre podría ir a prisión por contaminar el ambiente.