Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

No es un trabalenguas, simplemente es una fórmula para los policías de Aguascalientes, donde más del 40 por ciento de los 1 600 agentes tienen problemas de sobrepeso y «con esa figura no pueden realizar actividades propias de la profesión, como perseguir a delincuentes, saltar bardas o meterse por aberturas no muy amplias», se quejaba un dirigente del Parlamento comunal. La solución esperan encontrarla pagándoles un premio de 100 pesos mexicanos por cada kilo que adelgacen. Ahora está por ver si los glotones logran aumentar el salario.

Durante horas, moradores, transeúntes y personal de la guardia costera en el puerto argentino de Reconquista estuvieron en jaque por un caimán negro, de 1,5 metros de largo, que se instaló en la puerta de una vivienda y no dejaba entrar ni salir a nadie. El yacaré se resistió de lo lindo a que le pasaran una soga por el cuello y luego a que lo alejaran del portal en que pernoctaba, tras salir de paseo de su medio natural, la cercana reserva de Jaukanigas, y olvidarse de que por su ADN debía preferir el cálido y lluvioso pantano.

Así dejan por lo general, como castigo, a quienes se hacen los remolones a la hora de regresar a casa, pero Chris Foster, un estudiante británico de 18 años, decidió por su cuenta que era lo mejor cuando sus amigos intentaban llevarlo de regreso a casa en medio de una buena borrachera. «Yo quería seguir de fiesta, así que me tragué la llave de golpe», contaba más tarde, cuando ya había pasado la juma y el susto por no encontrar su llave. Le dolía terriblemente el estómago y la garganta. Una radiografía en el hospital «vió» el adminículo de casi cinco centímetros de largo, alojado en su estómago, y con humor británico Chris no pudo evitar reírse y seguir el consejo del médico: dejar que la naturaleza siguiera su curso, solo que esta demoró 31 horas para que la llave volviera al aire libre y menos olorosa...