La edición 31 del Festival Internacional de Poesía de La Habana abre este lunes y hasta el próximo 31 de mayo un nuevo capítulo para el público que gusta de esta expresión, fiel a la tradición poética cubana, según PL.
Dedicado al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, el evento se complace con la presencia de poetas del país anfitrión, de China, Estados Unidos, Países Bajos, Serbia, África y América Latina, e incluye entre sus múltiples iniciativas el Encuentro de poetas por la paz en defensa de la humanidad, que acontecerá en la Biblioteca Nacional.
Según el programa del certamen, este lunes tendrá lugar un homenaje al Apóstol de la independencia cubana en el Ministerio de Cultura, con la participación del historiador y periodista Pedro Pablo Rodríguez, profundo estudioso de la obra martiana, además de otras actividades en diversas instituciones de la ciudad.
En entrevista para la televisión nacional, el poeta Alex Pausides, presidente del festival, declaró que la sede principal será el Centro Cultural Dulce María Loynaz y el Encuentro de poetas por la paz en defensa de la humanidad estará dedicado a Palestina y a la lucha por la paz.
El jueves en la mañana, en la Biblioteca Nacional, se dedicará un espacio al texto de Martí Vindicación de Cuba, «tan actual en nuestro enfrentamiento histórico contra el imperio norteamericano».
Luego, habrá una lectura de poemas dedicados a la paz, a la libertad, a la justicia, y al pueblo palestino.
El festival tiene una vocación popular, destacó Pausides, y en esta oportunidad, como en anteriores, los poetas visitarán escuelas, comunidades e instituciones del Polo Científico, entre ellas el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, y el Instituto Finlay de Vacunas.
Con estas visitas se reafirma la vocación de servicio de la poesía y de los poetas cubanos que tienen como máxima ir en busca del hombre común, añadió.
A su juicio, los poetas deben estar en el libro y en contacto con las personas que los leen.
Sobre la Escuela de Poesía refirió que se trata de uno de los proyectos más bonitos del festival, «de los que más pueden fructificar, desde donde podemos ejercer influencia y estar en contacto con los niños, los profesores y los bibliotecarios para entre todos fomentar el gusto por la poesía y la creación literaria».