Jeffrey Wright asume el papel protagónico de la cinta Autor: Tomada de Internet Publicado: 15/04/2024 | 07:39 pm
Los tan afamados premios cinematográficos no se percibirían de igual forma si no fuera por esas películas sorpresa que, aunque tienen un perfil pequeño, adquieren otro nivel por la cantidad de nominaciones que pueden alcanzar. Sin duda, un filme que marcó esa diferencia en la última gala fue American Fiction, cuyo estreno mundial tuvo lugar en la 48va. edición del Festival Internacional de Cine de Toronto el 8 de septiembre de 2023, en el cual ganó el Premio del Público. Más tarde continuó su recorrido por varios festivales hasta su estreno limitado en Estados Unidos en el Teatro Samuel Goldwyn de Los Ángeles el 5 de diciembre del propio año.
Se trata del primer largometraje de Cord Jefferson, el cual fue tomando altura en los festivales y captó la atención de los medios asociados a la industria, de los críticos y, por supuesto, del equipo de la Academia y de otros premios menores. Y no sería para menos, pues se expone en el filme una siempre punzante historia que aborda, en primer plano o a veces de manera tangencial, temas como el racismo, los conflictos familiares, la hipocresía, el orgullo intelectual, la representación de la minoría negra en contraposición con la culpa de los blancos, la corrección política y la avaricia de las industrias culturales.
La película ironiza los inevitables estereotipos que son representativos de la ciudadanía negra estadounidense, y para ello se apoya en el retrato del mundo literario.
Se nos presenta al profesor universitario y escritor Thelonious «Monk» Ellison (interpretado por Jeffrey Wright), un hombre negro descendiente de una familia acomodada de médicos. A nivel profesional se encuentra en una especie de estancamiento, pues lleva varios años sin tener éxito en sus publicaciones y a esto se le suma que es suspendido temporalmente de la universidad en que trabaja debido a que sus alumnos se quejan de que emplea un lenguaje ofensivo en el que incluye palabras insultantes como nigger.
Monk choca con el éxito de Sintara Golden, autora de una novela ambientada en el «gueto negro» que aborda temáticas clichés como los embarazos de las muchachas jóvenes, las vivencias de los raperos y el papel de las madres heroicas. Harto de este tipo de libros que se han publicado siempre y «desnudan» su comunidad, escribe bajo seudónimo una obra que sigue el camino de esos tópicos (presidiarios, padres ausentes, tráfico de drogas y de armas), pero lejos de burlarse de las empresas editoriales, para su desconcierto se convierte en la sensación del momento.
Aunque al principio se niega a publicar esta obra que escribió a modo de burla y molesto porque prefería que tal revuelo lo alcanzara su otro libro que escribió con tanto esmero, se ve casi obligado a aceptar las financiaciones, pues atraviesa por una difícil situación familiar. Al regresar a Boston encuentra a su hermana Lisa (Tracee Ellis Ross) con problemas económicos tras su divorcio y quien sorpresivamente fallece, por lo que tiene que hacerse cargo de su madre (Leslie Uggams), que prontamente enferma de Alzheimer, y al no contar con el apoyo de Cliff, su otro hermano (Sterling K. Brown), necesita dinero para los gastos de la casa y cubrir la atención médica de su madre.
American Fiction aborda temas como el racismo, los conflictos familiares y la avaricia de las industrias culturales.
Tanto el protagonista, como la otra escritora a la que inevitablemente envidia por su éxito comercial, lanzan «lo que quiere el mercado», el cual hoy favorece una cosa y mañana otra, porque «ese interés por lo negro además es pasajero, como cualquier moda que se precie».
En el filme se nos presentan sugerentes elementos sarcásticos, como por ejemplo, el de las botellas de Johnnie Walker que pone el agente de Monk para explicarle las distintas calidades literarias y así convencerlo de vender su obra. Por otra parte también vemos la propuesta telefónica que le hacen para que ejerza de jurado de un premio literario teniendo en consideración la diversidad, pero, más tarde, surge el inconveniente de que su novedoso libro termina posicionándose entre los posibles galardonados.
También podemos ver la contraposición por parte de los argumentos que surgen del guion y plantean el pensamiento de los personajes blancos (los editores y los demás miembros del jurado), que dejan también al descubierto el recurso de la sátira, al igual que el anticipado interés de Hollywood por adaptar la novela al cine bajo la convicción de ganar reconocimientos fáciles.
American Fiction logra mezclar la sátira con un atinado plano emocional basado en la descripción familiar, que juntos tienen como eje central el drama agridulce que se nos muestra, pero que no dejan fuera los episodios de comedia. En el caso dramático se encuentra, por ejemplo, lo referido a Lorraine, la mujer que lleva muchos años a cargo de las labores domésticas en casa de los Ellison y que en este punto la vemos casarse y comenzar una vida independiente, lo cual viene determinado por la repentina enfermedad de la señora Ellison y la necesidad de que tenga las atenciones necesarias en una residencia.
Teniendo en cuenta los marcados estereotipos es preciso observar un punto importante: bajo la perspectiva del escritor, que encuentra en esas historias sobre negros un incómodo reduccionismo, interviene además haber sido siempre una persona distante. Esta condición la descubrimos gracias al guion a través de los comentarios de sus hermanos y de Coraline (Erika Alexander), la vecina con la que luego establece una relación amorosa.
El final de la cinta se encuentra marcado incisivamente por la ambigüedad, pues sale a relieve que, aunque en el desarrollo de la trama se ha dejado claro su mensaje, el director no pretende dejarnos moralejas y prefiere poner en manos del espectador su propia composición. Es por ello que al final vemos una serie de escenas que aportan diferentes matices para finalizar la historia, pero, como es de esperarse, encaja la que se estima más conveniente para el desenlace dramático.
No dejes de saber
Basada en la novela Erasure de Percival Everett, American Fiction se posicionó en la lista de los más nominados y optó por cinco distinciones en los Óscar 2024: Mejor película, Mejor actor (Jeffrey Wright), Mejor actor de reparto (Sterling K. Brown), Mejor banda sonora (Laura Karpman) y Mejor guion adaptado (Cord Jefferson). De todas ellas resultó ganadora en la última categoría, en la cual también se llevó los premios Bafta, WGA y Satellite.
A pesar de contar con un bajo presupuesto para su realización y la escasa ambición visual que podría tener, American Fiction también sobresale por su ficha técnica. La fotografía a cargo de Cristina Dunlap (Cha Cha Real Smooth) es tremendamente elegante y hace posible deleitarnos con algunos grandes paisajes y planos que en ocasiones hablan incluso más que los propios personajes. La música de Laura Karpman (The Marvels), aunque se mantiene un poco discreta, también resalta por algunos momentos y termina captando nuestra atención.
Tres meses antes de que cayera en manos del director la novela y se propusiera trasladarla al cine, un ejecutivo de Hollywood le dijo que uno sus personajes no era lo suficientemente afroamericano. «He hablado con mucha gente de color que dice: “Sé que lo llamas sátira, pero a mí esto me parece un documental”», contaba Jefferson en una entrevista con Esquire. «En un extremo de la película, tienes toda una industria que aplana las vidas de los negros, retratándolos como un grupo monolítico con un estilo de vida y un conjunto de historias apropiadas. En el otro extremo, lo yuxtaponemos con esta familia negra compleja y llena de matices que muestra que hay diversidad dentro de la comunidad negra. Existe la idea de que puedes tener a una persona negra en una habitación y decir: “Aquí tenemos la perspectiva negra”. No, no lo haces. Nunca dirías: esta persona blanca abarca la totalidad del pensamiento blanco», comentó.