Dania en su taller creando Hallazgo en Isla de la Juventud. Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 26/12/2022 | 10:21 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud. — Para Dania Perla Zulueta Avilés, artista naif revelada recientemente en esta ciudad, su obra es fruto del instinto y motivaciones espirituales que aprovechó durante el tiempo de aislamiento en casa a causa de la pandemia por la COVID-19.
Más de dos años alejada de su habitual empleo como chef de cocina en el polo turístico Cayo Largo del Sur, donde practicaba con asiduidad el Kumimono —arte chino de esculpir frutas y vegetales—, decidió cambiar la materia prima por la arcilla y aventurarse en el mundo de levantar masas de barro, moldearlas y decorarlas.
Cartel de la exposición Hallazgo de Dania Perla en Isla de la Juventud. Foto: Roberto Díaz Martorell
El resultado no solo sorprendió a Dania, también a Elías Heredia Roncourt, presidente de la filial pinera de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, quien le ofreció un espacio de su tiempo, asesoramiento y recursos para que cumpliera sus sueños artísticos.
Ahí empezó todo. Como una niña que moldea la plastilina para una tarea escolar, de las manos de Dania empezó a emerger bustos, rostros, figuras humanas con collares, adornos… ella no tenía idea del valor artístico de su empeño hasta que su mentor le comentó, al ver las muestras, que era arte precolombino.
Es bueno recordar que la referida creadora no posee estudios artísticos especializados, y su obra se deriva de su condición autodidacta, estado que al decir del crítico de arte, Javier Negrín, voz autorizada en la curaduría en Isla de la juventud, «en la historia del arte no faltan los «genios sin academia», escribió para el catálogo de la exposición personal de Dania.
Piezas de Hallazgo, exposición personal de Dania Perla en Isla de la Juventud. Foto: Roberto Díaz Martorell
De igual modo, y por el valor genuino de las 42 piezas que componen el debut artístico de la creadora, el curador expone que « cualquier espectador desprevenido, al ver estas piezas de cerámica, podría pensar que está ante hallazgos de alguna excavación arqueológica, por el estilo naif de las figuras; el hieratismo y la frontalidad, que parecen desconocer siglos de arte occidental.
No es casual que la curaduría destacara en su texto que las piezas en pequeño formato asemejaban más a un ajuar funerario que a una exposición, por la viva policromía, típica de las artesanías populares y porque entre las obras de la artista abundan las representaciones de claro sabor indoamericano, «como si hubieran sido realizadas por mayas, aztecas, incas o quizás por un alfarero taíno que pisó esta isla antes de la llegada de Colón», afirmó Negrín.
« Las figuras me salían de adentro, no te puedo explicar porque fue algo que sentía y guiaba mis manos sobre la masa, estaba cocinando y me venía la imagen, lo anotaba en un papel y hasta durmiendo me despertaba la inspiración, incluso hasta los colores me los sugirió el pensamiento», dijo Dania, quien ahora entusiasmada con el resultado, continuará esa línea de trabajo, ahora con mayor conocimiento y preparación.
Foto: Ana Esther Zulueta
Foto: Ana Esther Zulueta
Con Hallazgo, título de la exposición, dedicada su hermano Adrián Enrique, recientemente fallecido, —sentenció Negrín— Dania se suma a una larga lista de ceramistas pineros (por nacimiento o adopción) que han hecho de este territorio un foco fundamental de esta manifestación en Cuba, tradición alfarera que continúan hoy artistas como Abelardo Hechavarría, Antonio Manuel Lewis y Lázaro Hernández La Fuente y ella lo hace con un estilo propio, en el que los rasgos indígenas, la apariencia naif y un cuidado primoroso en la decoración y el colorido le conceden un sello de identidad.