La joven intérprete madrileña descubrió su vocación por la actuación cuando culminó sus estudios de bachillerato Autor: Joel P. Ramírez Publicado: 22/08/2022 | 09:08 pm
LAURA Galán no aparenta la edad que tiene. La actriz española de 36 años posee una apariencia física y versatilidad que coincidían con lo que buscaba su coterránea, la directora y guionista Carlota Pereda para el cortometraje que estaba preparando en 2018.
Cerdita fue el nombre escogido para una historia que contiene elementos de la realidad de cualquier niño o joven que es sometido a acoso constante por su físico o signo de diferencia respecto al colectivo.
El cortometraje obtuvo el Goya en 2019 y le generó a su creadora la necesidad de ahondar más en la historia, sus matices, el contexto y determinados conflictos que trascendían los 14 minutos que dura la obra de ficción. Entonces nació el largometraje de igual nombre, una extensión de lo que sucede en el corto, pero con elementos diferentes en el planteamiento visual, el guion y un elenco nuevo, a excepción de la protagonista.
Tras su paso por el Festival de Cine de Sundance 2022 y con su estreno ante el público español previsto para el 19 de septiembre, durante el Festival de San Sebastián, Cerdita desembarcó en la Mayor de las Antillas de la mano de Laura Galán durante la reciente edición de la Muestra de Cine Español en La Habana. JR conversó con la actriz que, si bien tiene una carrera desarrollada en el teatro, encara con esta película su primer protagónico para la gran pantalla.
«Sara es una persona que toma muy malas decisiones», fue lo primero que le comentó Carlota Pereda a Laura, antes de presentarle el guion de un película que utiliza el género terror para narrar todo el entramado de una historia que transcurre en 24 horas.
Para Laura Galán su personaje experimenta un «viajazo» en esas 24 horas, plagadas de matices, emociones, temores y enseñanzas que, a ratos, logra sensibilizar al espectador sobre los efectos del bullying y otros elementos morales de las relaciones humanas. «El público empatiza mucho con mi personaje, incluso cuando toma decisiones no tan buenas y eso es por algo. La gente se siente identificada con esa espiral de emociones.
«He sido gorda toda mi vida y no he sufrido bullying más de lo “normal”. Unos han sufrido por llevar gafas, otros por ser gordos, otros por todo y otros por nada, porque se trata de injusticias. Se pueden meter contigo porque llevas un pulso en la muñeca: no tiene sentido. Tampoco podemos justificar muchas de las acciones que pasan en la película, porque nunca hay que tomarse la justicia por nuestra cuenta», reflexiona la joven actriz.
A este largometraje le espera un largo recorrido por festivales y encuentros internacionales del séptimo arte. Le precede la fama de un corto multipremiado que incluso ha sido tomado como material de estudio en talleres, charlas sobre violencia, y cuenta Laura Galán que hasta ha sido presentado en cárceles de mujeres en España, por su marcado carácter pedagógico, aunque no fuera ese el objetivo de su creadora.
«Sara me ha enseñado a ser fuerte y mirar con otros ojos la vulnerabilidad de muchas personas que pueden estar en esa situación, acercarme a sus sentimientos. No debemos cansarnos de luchar y eso, pese a todo el sufrimiento e inseguridades, sí que lo tiene incorporado mi personaje», comenta la actriz.
El escenario escogido es un pueblo español con esas características demográficas de «pueblo pequeño, infierno grande», que en el caso de lo que experimenta la protagonista de Cerdita, cobra un sentido demoledor en la trama. El elenco, entre jóvenes y veteranas de la actuación como Carmen Machi y Pilar Castro, arropa al personaje de Sara, una adolescente que apenas habla durante la película, pero con un despliegue físico y emocional muy intenso.
«Todo lo que no habla mi personaje lo hablo yo en la vida real», bromea Laura Galán, quien destaca el reto que representó un papel como este, pero, sin duda, es un paso notable de visibilidad y experiencia en su carrera actoral. «Menos el primer día, rodé todas las jornadas de la película y fue un desafío transmitir la mayor parte del tiempo mediante el cuerpo, la piel, una espiral de emociones intensa.
«Además en un rodaje, aparte de todo lo artístico importa mucho la técnica y a mí me encanta intentar aprender de los aspectos técnicos de la producción, para qué sirve cualquier cacharrito que usan mis compañeros y así llevármelo a mi terreno como actriz y ayudarlos. Para mí el cine es un trabajo en equipo y aprender eso es maravilloso, por ello este rodaje me encantó, sobre todo teniendo la posibilidad de que la mayor parte del equipo éramos mujeres, una familia durante seis semanas», rememora la intérprete, quien ha participado en otras producciones como El hombre que mató a Don Quijote (2018), de Terry Gilliam, y Orígenes Secretos (2020), de David Galán Galindo.
La carrera de Laura Galán sobresale en el teatro. Bajo la dirección de figuras como Juan Polanco o Andrés Lima, premio nacional de Teatro 2019 en España, ha formado parte de elencos en adaptaciones de Medea, Bodas de sangre, Don Juan Tenorio, entre muchas otras. Ya está en fase de posproducción otro largometraje, Una noche con Adela, donde interpreta a la protagonista, una mujer barrendera. Pero esta joven actriz tiene muchas inquietudes y se cuestiona ciertos estereotipos dentro de la industria cinematográfica.
«En cine me gustaría interpretar más personajes que no hicieran referencia al físico. Normalmente somos la amiga gorda de la protagonista. Quiero ser gorda, pero no necesito que un guion me lo recuerde constantemente. Aún nos queda mucho para llegar a la normalidad en eso. Yo quiero ser la chica guapa de la historia de amor que se lleva al chico, sin importar el físico», reflexiona.
Un cine urgente
Cerdita constituye un largometraje que se inscribe en la llamada renovación joven y feminista del cine español más reciente, que encabezan notables cineastas como Carla Simón y Clara Roquet. Los conflictos son diversos, la sociedad bulle, el cine demanda evolución y ello ofrece posibilidades muy jugosas para la creación artística.
Laura Galán es consciente de esas urgencias. «Creo que por eso ellas escriben sus películas, porque la situación nos pide reivindicar y la herramienta es hacer cine, teatro, arte. No podemos callarnos ciertas cosas. Hay quien critica que en España se haga demasiado cine sobre nuestra guerra civil; bueno, hasta que no se sanen las heridas quizá seguiremos haciendo películas de la guerra civil, porque significa que esas heridas siguen abiertas», asegura la intérprete, quien además confiesa que no se ve dirigiendo una película.
El escenario global generado por la pandemia de la covid-19, conflictos internacionales y el auge de la extrema derecha en Europa no escapa de las preocupaciones de creadores como la joven actriz madrileña, quien pone su fe en el cine como otro motor de cambio social. «Que el equipo de producción de Cerdita estuviese lleno de mujeres en puestos de responsabilidad y se hiciese una guardería para quienes quisieran llevar a sus hijos durante esas semanas de rodaje en que nos mudamos a un pueblo de la región de Extremadura, y entonces conciliar y ponerlo fácil con la familia, eso es activismo. Eso es reivindicar de alguna forma ciertos derechos, no solo con el producto, también durante el proceso y debemos seguir trabajando en ello».
De momento, Cerdita tiene todos los ingredientes para dar de qué hablar durante la temporada cinematográfica 2022-2023 y Cuba ha formado parte de este pistoletazo de salida. Tras esta visita a la capital cubana, Laura Galán está convencida de ello y comparte un anhelo entre sonrisas: «Yo ya quiero hacer cine para venir a La Habana a presentar las películas».