El Rey del Espectáculo en Cuba está de cumpleaños. Autor: Roberto Suárez Publicado: 20/08/2022 | 08:03 pm
«Creo que Tony Menéndez es una ráfaga ígnea que ha atravesado la Isla, y que su obra ya marca un estilo en el escenario cubano. (…) Tanto su obra personal como el trabajo colectivo y pedagógico que lleva a cabo con su Compañía y con su Escuela, son dignos de encomio, (…) talento y creatividad. Más fértil que Tony Menéndez, solo un campo de romerillo a la sombra. He aquí un gran artista».
Miguel Barnet
Esta historia de pasión y de entregas comenzó hace 40 años —que es toda una vida, cuyos inicios fueron en el mundo televisivo y teatral—, cuando el gran maestro Tony Menéndez, el Rey del Espectáculo en Cuba, se propuso fundar una institución que recogiera —para luego regalarlo rehecho al público— lo mejor del arte escénico cubano y universal.
Compañía Nacional de Espectáculos de Cuba Tony Menéndez es el nombre de un sueño convertido en empresa tangible, en importante empeño en el que confluyen la sede oficial —su Teatro—; la Gran Escuela Nacional de Espectáculos de nuestro país, formadora de artistas integrales —destinados a la escena—, los músicos de la orquesta, actores, cantantes, primeros bailarines, bailarines principales, solistas, modelos, figurantes y extras, artistas circenses, acróbatas, gimnastas, entre otros especialistas; y los diversos cuerpos de bailes y elencos artísticos con sus diferentes categorías y estilos.
Estos días de celebración por el aniversario 40 de la Compañía y Escuela Nacional de Espectáculos de la Isla, son de especial alegría y evocación para el gran maestro Tony Menéndez, primerísima figura del arte del espectáculo en Cuba —catalogado así por los premios nacionales de diferentes manifestaciones artísticas, entre los cuales sobresalen personalidades de la cultura nacional como los grandes maestros de la danza Eduardo Rivero y Fernando Alonso; el fundador de la Televisión Cubana, Manolo Rifat; el premio nacional de la Radio, músico y compositor Juan Piñera; el prestigioso actor y director, premio nacional de Teatro, José Antonio Rodríguez, y el relevante dramaturgo y novelista, también premio nacional de Teatro, Nicolás Dorr; así como los premios nacionales de la Música Juan Formell, Adalberto Álvarez y José Luis Cortés.
«Cuando miro hacia atrás, en el tiempo, descubro y me asombro de una obra que ha sido muy intensa —declara el gran maestro, licenciado en Artes Escénicas del Instituto Superior de Arte (ISA)—. En cada función, en cada festival, en cada evento por el mundo, en cada programa televisivo, video clip o gala de premiaciones, en cada gira nacional o internacional, hemos ido dejando nuestras mejores energías; y lo mejor de todo, más allá del éxito, fue conocer los diferentes públicos en todos los continentes, fue el contacto vivo, inolvidable para mí y para todo mi equipo de trabajo, con universos de espectadores motivados y agradecidos».
Siempre entre multitudes
La trayectoria de la Compañía emblemática, de vanguardia, que es fundadora del género del espectáculo en Cuba —en las artes escénicas, sin precedentes en la historia de los medios y las artes cubanas— ha estado marcada, al decir de su creador, por ese intercambio con las multitudes; y por el difícil y complejo arte de trabajar con muchos niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Sobre esto último, según ha explicado Menéndez, la institución ha tenido la magia de incluir en sus originales propuestas la mezcla de los diferentes géneros musicales, diversos estilos danzarios, de Cuba y del mundo, así como disímiles temáticas, dramaturgias y estructuras teatrales, televisivas y/o escénicas.
En cuatro décadas han sucedido muchas cosas trascendentales para la institución: en la década de los 80 y de los 90 del siglo XX la insigne y atípica Compañía tuvo a su cargo la realización de numerosos e importantes eventos televisivos y teatrales del país; entre ellos, el concurso Adolfo
Guzmán; los Premios Lucas (espacio del cual la entidad es fundadora); Cubadisco, o el Festival Internacional Boleros de Oro; el también internacional de música popular Benny Moré; Festival Internacional del Caribe; Festival del Sonero; Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes; Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano; zarzuela La leyenda del beso, con la Ópera Nacional de Cuba; Festival Internacional de Ballet de La Habana; Festival del Cha Cha Chá; Festival Nacional de la Televisión; Festival Internacional de Circo; Festival Internacional de Varadero; Aniversario 40 de La Lupe, de Juan Almeida Bosque; Festival Internacional de Teatro; Festival Nacional de Música Campesina Eduardo Saborit; Festival Los días de la danza; festival internacional del Humor; los festivales internacionales de la OTI (Organización de Televisión Iberoamericana). Y toda esa actividad en la Mayor de las Antillas se fue intercalando con extensas giras por el mundo.
«Esa fue una época fundacional y en la que no hicimos pausa alguna —recuerda el Rey del Espectáculo—: hacíamos en la televisión cuanto programa musical había; fuimos fundadores de espacios como Fantástico, Rompiendo la rutina, Contacto, 23 y M, Para que tú lo bailes, Contigo de Doce a Una, Súper 12, Los domingos no están contados, Para sentir amor…; participamos en propuestas muy populares como Joven joven, Para bailar, Juntos a las nueve, Listo Estudio, Buenas tardes, los Girasoles de Opina, A moverse, Sábado conmigo, Entrada libre, Te veré hoy, El ventilador, Conexión, Mundo mágico, Ponte al día, Libre Acceso, Esperando fin de año, Hurón Azul, Sabadazo, En la viva, La mochila, Bailar el amor, Que siempre brille el sol, Escenario escolar, Concierto, Entre tú y yo, FM, Fin de semana, El parque de todos, Puente Latino, Puntos de vista, Farvisión, Noticiero juvenil, Noticiero Nacional de Televisión, y galas de los premios Egrem (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales), entre otros».
«Fueron tantos los momentos vividos, junto con la preparación de grandes conciertos, de grupos, orquestas y artistas—como Mayohuacán, Moncada, los Van Van, Irakere, NG La Banda, Pello El Afrokán, Tata Güines, Laito y su Sonora, Enrique Jorrín, la Orquesta Aragón, Silvio Rodríguez, Chucho Valdés, Alicia Alonso, Rosita Fornés, Luis Carbonell, Omara Portuondo, Carlos Ruiz de la Tejera, Marta Valdés, Dora Alonso, Héctor Quintero, Celina González, Félix Pita Rodríguez, Renée Méndez-Capote, Teresita Fernández, Germán Pinelli, Consuelito Vidal, Nelson Dorr, entre otros muchos—; fueron tantos los escenarios —digamos la Escalinata de la Universidad de La Habana, o el Teatro Nacional de Cuba, el Palacio de las Convenciones, la Tribuna Antimperialista, el Teatro América, el Anfiteatro de La Habana, el cine-teatro Astral, la Plaza de la Revolución, la Sala Universal de las FAR, el teatro Mella, el estadio de la Universidad de La Habana, el teatro Lázaro Peña, la Casa Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la Casa Central del Ministerio del Interior, la Ciudad Deportiva, el Gran Teatro de La Habana, o el emblemático teatro Carlos Marx— donde fungí durante años como coreógrafo y director artístico—; que me resulta muy difícil enumerar al detalle cada entrega».
En la etapa que va desde finales del siglo XX hasta inicios del XXI, el gran maestro se enfrascó en la realización de más de 400 videos clips, faena por la cual recibió el Gran Premio Especial Lucas 2000, que se entrega a personalidades e instituciones que aportan al desarrollo del audiovisual cubano. Hicimos gala de versatilidad e histrionismo en películas como El mambí, Caravana (coproducción cubano-francesa), Il Mendico (producción italiana), La vida de Charles Chaplin, La Edad de Oro (coproducción sueco-cubana), Il Método Kempinski (coproducción cubano-italiana); en documentales como El héroe, La vida de un mártir de la Revolución, The Rolling Stones in Cuba; y en comerciales como el del Icaic con la industria del cine árabe, o con la agencia coreana de cine y televisión; y en el filme Rápido y furioso, de Hollywood.
Junto a su compañía y escuela, el artista de excelencias ya demostradas fue convocado a participar en importantes disqueras, canales de televisión, empresas e instituciones culturales de gran relevancia, de Cuba y del mundo: compartió su arte con Latin Word de Europa, Ahí Na Má Music de los Estados Unidos, Sfinge y Art Studio de Italia, Principado de Mónaco y Sporting Club de Montecarlo (Francia), Teatro Smeraldo de Milano (Italia), Centro Internacional de Música y Artes de Tokio (Japón), jurado del concurso internacional Danza Europa, Stadium di San Siro de Milán (Italia), academias y compañías internacionales de Circo, Teatro y Danza en Marsella (Francia) y de Londres (Reino Unido), Disco Sabor Latino (Torino, Italia), Show Brasil-Brasil, director artístico, coreógrafo y primer bailarín de la Associazione italo-latinoamericana di Bologna, Convenciones Internacionales de Turismo –Gold Star, LG, Hollywood, Bras-Cuba, Z-Interprise-, Opereta italiana de Reggio Emilia, Televisa (México), Compañía Regionale di Balleto di Mantova, Evento Ibiza (España), Invitado de Honor, como personalidad de la cultura cubana, a la Semana Internacional de La Moda en Milán, Italia, con Giorgio Armani, Versace, Gucci, Roberto Cavalli, Rocco Barocco, Dolce-Gabbana, entre otros grandes de la moda mundial, y en el Gran Teatro de San Babila (Milano, Italia).
En su extensa hoja de labor, el prestigioso artífice de las artes escénicas guarda como notas muy especiales su participación en el acto político cultural realizado en la Embajada de Cuba en Washington, así como en la sede diplomática de la Mayor de las Antillas, cuyo tema fue la libertad de los prisioneros puertorriqueños, y la independencia del hermano pueblo de Puerto Rico. «También estuve —recuerda el gran maestro— en el Teatro Gala de Washington, en la Academia Internacional Latina de esa gran ciudad, así como en el Gran Centro Cultural de Arte y Espectáculo, y en su mágico Anfiteatro. Y viví intercambios profesionales con un prestigioso empresario teatral de Hamburgo (ciudad en Alemania), y con directivos del Teatro La Gran Vía, de España.
«Tampoco olvidaré las extraordinarias experiencias en Nueva York, como el encuentro y participación, en Broadway, con el elenco de los artistas de Cats; o la estancia en el Studio 54, con la obra Cabarets, siempre en Broadway. Inolvidable fue también el Gran Concierto Latino, con Tito Puentes y los más grandes de la salsa mundial, en el Madison Square Garden, de Nueva York. Emocionante fue estar en el Festival Internacional Latino, de Salsa; en Disneyland París (Francia); en los carnavales de Cozumel; en la zona hotelera de Cancún; en las fiestas de la Virgen de Santa Ana, en Boca del Río, Veracruz
(México); en el gran concierto en el Estadio de Guadalajara; o en el Auditorio Nacional de México; en el Festival Internacional de Verano de Quebec, Canadá; en la extensa gira por Rusia (Moscú); y mis bailarines recuerdan con agrado la gira mundial con Julio Iglesias.
«Fue impresionante actuar para los mutilados de El Salvador (en homenaje al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional); y también hacerlo para las víctimas de la guerra que sufrió Nicaragua en contra de su revolución sandinista (de ahí el homenaje al Comandante Carlos Fonseca, y el acto político-cultural en contra de los horrores de Somoza). Resultó igualmente inolvidable nuestra entrega a los refugiados políticos y exiliados de Chile, dañados por la dictadura de Pinochet, y el tributo a Salvador Allende».
Porque hay un sello de prestigio que acompaña siempre a quienes aprendieron un modo de danzar y de hacer arte, bailarines profesionales de la Compañía, y alumnos graduados de la Escuela y que residen en otros países han formado parte, por generaciones, de elencos, ballets, y cuerpos de bailes de eventos célebres en diversas latitudes, como los premios Billboard, premios Lo Nuestro, premios Juventud, premios MTV, premios Grammy, premios Granmmy Latinos, Miss Universo, San Remo, Festival-Bar, Amici (di María di Fillippi), Operación Triunfo, Acapulco TV, La Voz Kids, entre otros. Algunos integran las filas de grandes compañías del mundo, entre las cuales vale mencionar La Ópera de Londres, La Ópera de Roma, La Ópera de París, El Circo del Sol (Cirque Du
Soleil), así como las coreografías, montajes, secuencias, bailes y figuras en programas de televisión, importantes escuelas, teatros, cabarets, discotecas, carnavales, en muchas partes del mundo; presentaciones y videos de grandes figuras internacionales como Beyoncé, Rihanna, Madonna, Marc Anthony, Cheo Feliciano, Ralph Mercado, Phil Manzanera, Luis Fonsi, Olga Tañón, Eros Ramazzotti, Oscar de León, Gilberto Santa Rosa, La India, Eddy Palmiery, Alfredo de la Fe, Las Chicas del Can, la Orquesta de la Luz (de Japón), Gran Combo de Puerto Rico, Alejandra Guzmán, Tina Turner, Jovanotti, o Michael Jackson en el gran concierto celebrado en el Estadium de San Siro, de Milán (Italia).
La Compañía y la Escuela, ícono y paradigma del espectáculo en Cuba, se presentaron en canales italianos de televisión —RAI UNO, RAI DUE, Canale 5, Rette Quattro, Pomeriggo 5, Italia Uno, Roxy Bar (con Red Rone), con Paola Pergo en Roma, y Musical en Milano, con Media-Set—; también lo hicieron en canales de otros países, como en FOX (Estados Unidos), TV Moda (Europa), Televisión de Moscú (Rusia), Televisión de Veracruz (México), programas de Televisión de República Dominicana, Panamá; y otras naciones como Inglaterra, España, Suiza, Finlandia, Irlanda, Dinamarca, Canadá, Bélgica, Noruega, Bulgaria, Alemania, Austria, Hungría, Checoslovaquia, Brasil, Sudáfrica, China, Vietnam, Turquía, Mozambique, Suecia, Angola, Marruecos, Portugal, Etiopía, Serbia, Ecuador y Holanda, entre otras, han sido escenarios para un arte de Cuba que fue aplaudido y positivamente valorado.
Entre los numerosos premios internacionales obtenidos, vale mencionar el Gran Premio (Grand Prix) a la Mejor Coreografía del Milenio (en el Concurso y Festival Internacional del Milenio); Gran Premio Internacional del Espectáculo y la Televisión, Milán-Italia 2011, otorgado por la institución más prestigiosa del espectáculo en Europa —y recibió de manos del Cónsul General de Cuba en Milán la Placa Dorada por el Gran Premio, y por su valiosa obra artística al servicio del pueblo cubano. También se suman a los éxitos el Gran Premio en el Concurso y Festival Internacional de Música y Danza Europa; Premio Especial al mejor artista extranjero, Islas Canarias; Gran Premio Oso de Berlín, Alemania; Premio al Mejor Espectáculo del Año en Moscú, Rusia; Gran Premio en el Festival Internacional de Moda y Espectáculo Europa 2000; Gran Premio en el Festival Internacional Banderas de la Paz, en Bulgaria; Gran Premio en el Festival Matha International, de Francia; Gran Premio en el Festival Internacional Latino de salsa y música Pop en Liverpool, Inglaterra; Huésped Distinguido e ilustre de México, entre tantos otros.
«Me alegra —confiesa el especialista notable del género Espectáculo— que la vida me haya posibilitado hacer tanto. Entre otras acciones, se está preparando un documental —ya ha habido otros— cuyo productor, y asesora para la televisión, lo han titulado El Rey del Espectáculo en Cuba, Tony Menéndez: la leyenda. No está lejano el momento, pospuesto por la pandemia de COVID-19, en que parta rumbo a Europa para recibir el título de Doctor Honoris Causa que entrega la Universidad de Danza Lírica y Teatro en Italia, célebre institución de la cual me gradué y donde ejercí, durante años, como profesor, jurado, y en ocasiones —para eventos especiales y espectáculos específicos— como primer bailarín, coreógrafo y director artístico, siendo miembro e invitado de honor (hospite di honore) de la Compañía di Balleto, que pertenece a esta casa internacional de altos estudios».
«Y lo mejor es que no he terminado: la Compañía y la Escuela nacieron para sumar niños y jóvenes, para defender el talento, irradiar motivaciones y entregar grandes obras a mi Cuba amada y al universo. Yo creo en una vida llena de luces y de gigantescos espectáculos, y en torno a ese sueño continuaré haciendo todo lo posible, e incluso más».
Foto: Roberto Suárez
Fotos: Cortesía de Tony Menéndez