Los corceles de la reina, por la bailarina cubana Alianed Moreno y los intérpretes Valentín Batista y Henry Winn, provenientes del Texas Ballet Theatre. Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 15/06/2022 | 02:10 am
«Todos los caminos conducen a Ben». Así lo aseguró Viengsay Valdés, directora del Ballet Nacional de Cuba en el estreno del programa de presentaciones Tributo a Ben Stevenson, que reúne por estos días sobre el escenario de la sala Avellaneda del Teatro Nacional, cuatro creaciones coreográficas del reputado artista danzario, donde se incluyen dos estrenos.
«Su vínculo con el ballet inglés y con algunas de sus figuras más destacadas como Alicia Márkova, Margot Fonteyn, Anton Dolin, Frederick Ashton, y ellos, a su vez con nuestra Alicia Alonso, Loipa Araujo o Carlos Acosta, nos han permitido tenerlo con nosotros», destacaba la también primera bailarina de la compañía que lleva el nombre de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, al presentar el homenaje al creador inglés, director artístico del Texas Ballet Theatre.
El montaje de las obras ha sido supervisado por el propio coreógrafo británico de 86 años, quien además es Oficial de la Orden del Imperio Británico y ha querido, junto al Ballet Nacional de Cuba y con el apoyo de la embajada del Reino Unido en la Mayor de las Antillas rendir honores al Jubileo de Platino de la reina Isabel II y a los 120 años de relaciones diplomáticas entre la nación europea y Cuba.
Ben Stevenson junto al director artístico asistente, el chino Li Anli.
Con ese espíritu sobresale el estreno mundial de Los corceles de la reina, un ballet a tres, defendido por la bailarina cubana Alianed Moreno y los intérpretes Valentín Batista y Henry Winn, provenientes del Texas Ballet Theatre. Juntos, música de Amilcare Ponchielli mediante, ejecutada por la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, llevan a cabo una danza muy diáfana.
Los corceles de la reina, por la bailarina cubana Alianed Moreno y los intérpretes Valentín Batista y Henry Winn, provenientes del Texas Ballet Theatre.
Ben Stevenson confiesa que para componer esa coreografía se inspiró en el amor de la reina Isabel II por los caballos, y esa relación cómplice la han podido apreciar los espectadores. Una bailarina ataviada con un vestuario que evoca una vestimenta real se ve acompañada por dos danzates cuyos rostros lucen cubiertos por máscaras con la forma de la cabeza de un potro, en la coreografía más pícara de este programa concierto.
Completan la primera parte del espectáculo dos piezas conocidas del coreógrafo británico en la escena cubana. Se trata de Tres preludios y el pas de deux Esmeralda. Ambas creaciones tuvieron su estreno en Cuba durante el 9no Festival Internacional de Ballet de La Habana en octubre de 1984, a cargo de los bailarines Janie Parker y Dennis Poole, figuras del Ballet de Houston, en el Teatro Principal de Camagüey.
Tres preludios abre este Tributo a Ben Setevenson con música de Serguei Rachmaninov, a cargo de la pianista Daniela Rivero Cernuda, quien acompaña un vaivén intimista del dueto interpretativo que en la primera noche de presentaciones estuvo a cargo de Daniela Gómez y Darío Hernández.
Con música de Serguei Rachmaninov a cargo de la pianista Daniela Rivero Cernuda, Daniela Gómez y Darío Hernández nos entregan Tres preludios.
Es la primera vez que el Ballet Nacional de Cuba lleva a escena esta pieza, reconocida en el Concurso Internacional de Varna de 1972. Alicia Alonso era miembro del Jurado que otorgó el premio en ese año a esta creación de Ben Stevenson.
Esmeralda, probablemente la pieza más intensa de este programa concierto, era otro de los grandes triunfos coreográficos de Ben Stevenson que no podía faltar a esta celebración. La música de Romualdo Marenco, así como los arreglos de Riccardo Drigo sobre la música de Césare Pugni, todos ellos interpretados en vivo por la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, marcan la intensidad del dúo compuesto en la primera noche por Diego Tápanes y María Luisa Márquez, que pandereta en mano se echó al público en el bolsillo con este personaje inspirado en la gitana lozana y fresca de Nuestra señora de París, novela del célebre Víctor Hugo.
Diego Tápanes y María Luisa Márquez interpretan Esmeralda Pas de Deux.
Tras el intermedio, el plato fuerte de la noche reúne en escena al Ballet Nacional de Cuba, la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, bajo la dirección de Yhosvani Duarte y el Coro Nacional del Teatro Lírico Nacional, comandado por Denisse Falcón y Lay-Claudia Rodríguez, en el estreno en Cuba de Mozart Requiem.
Con música del legendario compositor austriaco, Ben Stevenson conforma una corografía donde once hombres ponen movimiento a lo que el creador británico ha concebido como «un ballet sobre las esperanzas y los sueños de los hombres en tiempos de crisis y guerra».
Mozart Réquiem reúne en escena al Ballet Nacional de Cuba, la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, bajo la dirección de Yhosvani Duarte y el Coro Nacional del Teatro Lírico Nacional. Fotos: Maykel Espinosa Rodríguez
La puesta en escena, donde Stevenson también asumió el trabajo con el vestuario y las luces, con el apoyo indiscutible de su director artístico asistente, el chino Li Anli, se ve reforzada por la interpretación en vivo de la orquesta y el coro, así como los solistas que interpretan pasajes del Réquiem de Mozart, esa inspiración del compositor austriaco sobre el acto litúrgico católico celebrado tras el fallecimiento de una persona y cargado de todas esas reminiscencias a estados de penumbras y de mucha resistencia.
Imago
El público cubano aún puede disfrutar de este programa tributo a Ben Setevenson el próximo fin de semana, donde ocurrirá un cambio y es que Los corceles de la reina dará paso a la composición coreográfica Imago de Ely Regina Hérnandez, bailarina del Ballet Nacional de Cuba que ha deleitado a los espectadores con impresionantes creaciones danzaraas como La forma del rojo e Invierno. Esta vez se suma a esta nueva temporada de la compañía danzaria con una revisión de otra de sus creaciones estrenada en 2015 bajo el nombre Dueto.
Imago llegará a escena con cambios coreográficos que su creadora ha llevado a cabo para enriquecer la obra y aprovechar el potencial físico de los nuevos intérpretes. Ely Regina también ha replanteado los diseños de vestuario y luces, para concebir un producto artístico que sin duda causará a los espectadores sensaciones diferentes a las de la pieza original de aquel estreno de 2015.
Dicha composición será la guinda de esta temporada homenaje a un creador con tantos caminos transitados a lo largo de muchos años de experiencia en el mundo de la danza. Resta acudir a la sala avellaneda del Teatro Nacional y deleitarse con este programa concierto, aderezado con novedades a las que cada vez más nos está acostumbrando la compañía danzaria patrimonio cultural de la nación cubana.