Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Desde la espiritualidad y la cultura

En su aniversario 35, jóvenes artistas han debatido sin medias tintas sobre las interioridades de la organización que los agrupa y sus más acuciantes preocupaciones

Autores:

Yahily Hernández Porto
Roberto Díaz Martorell
Luis Raúl Vázquez Muñoz
Dorelys Canivell Canal
Lisandra Gómez Guerra
Sergio Félix González Murguía

Ser un espacio para el diálogo franco, responsable y comprometido con el proyecto social que se construye en Cuba. Ser una organización para el pensamiento, que rompa con los estereotipos y etiquetas que le han colgado a la juventud y demostrar su madurez y el compromiso de quienes militan en ella. Esos son los desafíos más inmediatos de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en toda Cuba.

Así lo comentó Yusley Izquierdo Sierra, presidente de la filial de la AHS en Pinar del Río, quien agregó que otro reto es rescatar la obra de los Hermanos Saíz: «Tenemos la responsabilidad de hacer que su obra se conozca y se promueva desde el arte que hacen nuestros miembros».

Entre enero y febrero, integrantes de la AHS debatieron sobre estos retos en todo el país, y coincidieron en que la esencia misma de la organización es crecerse y contribuir al desarrollo espiritual y cultural de la nación.

Al respecto, Rafael González Muñoz, presidente de la AHS, expresó: «Pretendemos llegar al Consejo Nacional ampliado, que debe ser en abril, con una actualizada plataforma de acuerdos. La que nos dejó el 3er. Congreso ha sido cumplida en su gran mayoría, y han pasado ya más de dos años en medio de una pandemia dificilísima.

«Algunos problemas se han solucionado, otros han adquirido disímiles características. Queremos hacer balance de todo eso, ver cuánto se ha hecho, dónde no se ha podido y por qué. Y socializar ideas para avanzar homogéneamente dentro de la diversidad de criterios y de personas que hay dentro de la Asociación», aseveró.

Instituciones culturales, cuestión de reciprocidad

La membresía de la AHS puso sobre la mesa, sin mayores ceremonias, la situación crítica de los teatros en Ciego de Ávila y la relación con las instituciones, especialmente la Dirección de Cultura en el territorio.

Después de dos intervenciones, Yamara Pereira Rey, actriz de la agrupación Caminos Teatro, fue quien rompió de verdad el hielo. Con el celular en la mano, «porque no quiero olvidar las ideas», presentó las primeras inquietudes del debate.

En resumen, su planteamiento fue que la situación de las instalaciones teatrales en Ciego de Ávila es de crisis. «Los teatros no existen», dijo. El deterioro es tan grande que el Principal, uno de los símbolos de la identidad avileña, el llamado Coliseo de los Grandes Eventos, se encuentra en peligro de derrumbe, y artistas de Caminos Teatros han sufrido accidentes con su tramoya.

El otro punto no fue menos álgido: por sus palabras (y las que vinieron después) la relación con las instituciones no se encuentra en el mejor momento. ¿Cómo solucionar ese problema en una situación de tensiones sanitarias y económicas?

El trabajo en barrios vulnerables, comunidades intrincadas y durante los embates de la COVID-19 fue prioridad para los asociados. Fotos: Tomadas Del Perfil En Facebook De La Ahs

El viceministro Fernando Rojas explicó que la pandemia hizo al país destinar 700 millones de pesos durante 2021 para asistir en salario y otras formas de protección a artistas que quedaron sin trabajo por la COVID-19 y la contracción del turismo, principal mercado para la cultura en Cuba.

Eso provocó la asignación de menos recursos financieros este año —dijo—, «pero no impone que se abandonen proyectos o se deje a un lado la atención a las instalaciones culturales. En Ciego de Ávila hay un problema de atención a esos recintos, y también de dirección colectiva, lo cual implica el diálogo sistemático con los creadores».

Para Yanetsy León González, periodista y jefa de la página de Cultura del periódico Adelante, y coordinadora de la publicación Sendas, de la AHS en Camagüey, una de las principales problemáticas que afectan a la creación juvenil es la deuda reiterada de la AHS y la amplia red de centros del sistema artístico-cultural del país con la promoción y difusión de la obra juvenil, que debe trascender por su buena factura y defensa a ultranza de la identidad cubana.

En La Habana, la musicóloga Lea Cárdenas aseveró que «sobre el mal funcionamiento de las empresas artísticas se habla desde hace mucho tiempo. «Hay algo en la escena cultural, en el sistema cultural, que se llama cadena de valor: esa serie de procesos que se concatenan desde la creación hasta la puesta en escena de un producto artístico determinado, y eso parece que no ha sido entendido en las instituciones».

Ese asunto es un reclamo también en el occidente. Aunque los artistas pinareños agradecen las puertas abiertas de la Dirección de Cultura y de los centros y consejos, añoran un sistema institucional cuyas instalaciones respalden la creación cultural de los jóvenes asociados, porque la relación institución-artista debe ser de reciprocidad.

Así lo concibe Yanetsy Ariste, escritora, periodista y crítica de arte, vicepresidenta de la AHS en Vueltabajo: «Hay una diferencia entre “estar presente” y “acompañar”. Acompañar el proceso artístico es conocer de primera mano cuáles son las necesidades de producción de un espectáculo o puesta en escena, las necesidades personales de un artista… En esa atención diferenciada radica el gesto más comprometido que una institución puede ofrecer. Un creador que se siente protegido y respaldado por la institución es un creador con ganas de hacer y de ofrecer.

«La institución no puede tener una política vertical: necesita escuchar a los artistas, su razón de ser. Debe pensar en cómo estimularlos mejor y, sobre todo, cómo contribuir para atenuar trabas que laceran los procesos.

«No obstante, en la misma medida en que la institución tiene una responsabilidad con los creadores, nosotros también tenemos la responsabilidad de acompañar la política cultural del país. La relación artista-institución es un compromiso de ambas partes», insistió.

Lo que más golpea a la Asociación en Pinar del Río, según comentaron a este diario fuentes locales, son las limitaciones en el acompañamiento institucional. Permisos que no dependen de ellos, como la culminación de la sede, detenida hasta hoy por un problema burocrático.

El tema es recurrente en gran parte de los territorios. Rafael González Muñoz dijo a JR en Sancti Spíritus: «Se ha abordado el rol indiscutible del sistema institucional de la Cultura, maltrecha en muchos casos su infraestructura, por la indolencia de algunos cuadros que deberían hacer que funcionara mejor. Solo en algunos centros y consejos de provincias muy específicos no es así.

«Para muchos jóvenes creadores, la AHS es una especie de oasis, de tabla de salvación, de ágora, donde hay espacio para la crítica, para el crecimiento, para el desarrollo, para el amor y la creatividad», reflexionó González.

Enseñanza Artística: Batalla contra molinos

Este pudiera ser el reclamo más justo y noble de una Asociación que lucha por la cultura hace ya 35 octubres. Bien lo saben aquellas provincias que adolecen de academias, unidades artísticas o docentes de diferentes especialidades o, peor aún, aquellas que han cerrado las suyas con la esperanza de un día tenerlas de vuelta.

La joven Marcia Salgueiro añora poder enseñar ballet en Pinar del Río: «Hoy existen profesionales subutilizados precisamente aquí, un territorio con una amplia tradición en la formación de esta especialidad».

Es siempre más efectivo llevar arte a los públicos y estimular nuevas audiencias que esperar a que estos asistan a los espacios. Fotos: Tomadas Del Perfil En Facebook De La Ahs

Sobre estas aspiraciones, Fernando Rojas refirió que es importante ser objetivos y contar con proyectos bien definidos que incluyan el posible claustro, la estética que se debe seguir, locaciones para ensayar, un espacio para la sede…

A juicio de este equipo de reporteros, quizá sea indispensable un acompañamiento para que los proyectos se hagan de una vez con toda la documentación que demanden y no sean causa de decisiones demoradas. En Pinar del Río ya se cuenta con asesoría metodológica del Centro Nacional de Escuelas de Arte.

Este tampoco es tema exclusivo de dos o tres provincias. La proyección de cómo ampliar las manifestaciones culturales en Ciego de Ávila se encuentra en el limbo. Adalys Díaz Mendoza, de la sección Música, y profesora de la Escuela Elemental de Arte Ñola Sahing Saínz, se refirió a la imposibilidad hasta el momento de crear agrupaciones dedicadas a la música clásica.

Como otros participantes en la asamblea de esa provincia, se refirió a la ausencia de una orquesta de cámara y hasta de una sinfónica, como tienen otros territorios. La inercia y los sucesivas negativas porque no hay recursos y presupuesto ha motivado la emigración de no pocos jóvenes a otras provincias, y no solo de música: también los magos dijeron adiós en ese territorio.

La Isla de la Juventud no tiene un escenario diferente. Según Carbonell Hechevarría, vicepresidente de la AHS en ese municipio especial, los creadores encuentran como principal limitante para el crecimiento en la organización (especialmente en la sección de Artes plásticas y visuales, hoy con solo dos miembros), el cierre de la escuela Wifredo Lam, donde se impartían especialidades como cerámica y pintura, entre otras.

«Ahora mismo son muy pocas las presentaciones de esa manifestación. Está el dúo Paréntesis (Leonardo Rivera Mompié y Antonio López Vega), pero no hay cantera; los que se gradúan en La Habana por lo general no retornan», acotó.

La opción que les queda es explotar más las potencialidades de los bisoños que se forman en la Escuela Vocacional de Arte Leonardo Luberta, donde los lazos de la AHS no son todavía todo lo sólidos que se necesita.

 «Aún no se establece un vínculo real y sistemático con la enseñanza artística. Queremos que los muchachos sientan que la Asociación es parte de ellos, y aunque nos involucramos con talleres y actividades varias, de manera institucional es algo que debemos concretar de conjunto», propone.

El arte hasta la comunidad

Sobre el arte llevado a las comunidades, las asambleas coincidieron en que en muchas ocasiones se limitan a presentaciones durante las jornadas y guerrillas, cuando debiera ser una constante dentro de la AHS.

En el municipio camagüeyano de Florida, por ejemplo, donde hay una célula de la AHS, y en Nuevitas, se consolida y fortalece la Asociación para multiplicar su impacto. Ya no solo en quienes acuden y lideran las peñas dentro de la Casa del Joven Creador, sino también en grupos que visitan poblaciones vulnerables, en comunidades distantes y barrios periféricos de la extensa llanura.

En esa misma línea de pensamiento, y preocupado por ese futuro hacedor de espiritualidades, el floridano Jildo Borrel Cáceres, instructor de Teatro, abordó una temática que atañe a todos los asociados: «No conocemos aún el presupuesto con que contamos para desarrollar nuestra programación, la cual tiene como principal destino llevar nuestro arte a comunidades intrincadas».

El joven investigador Luis Emilio Aybar Toledo entiende que no se trata solamente de ir a los barrios a llevar cultura: «Debemos ir también a aprender, llevar la idea de que podemos salir de allí mucho más enriquecidos como seres humanos y artistas».

Yanetsy Ariste resume el arte comunitario como «la columna vertebral de la política cultural de un país». Por eso, agrega, «la AHS debe continuar insertándose en la trasformación de los barrios: el arte sensibiliza, empodera, favorece la cohesión social y crea sentimientos de identidad y pertenencia por el lugar de residencia. Es siempre más efectivo llevar arte a los públicos y estimular nuevas audiencias, que esperar a que los espectadores asistan a los espacios y circuitos artísticos regulares».

Una Asociación preocupada

Para el capitalino Rolando Boet, especialista de Teatro, lo más importante es enfocarse en el consumo cultural, porque hoy «pululan los consumos banales», y eso le preocupa.

Gustavo González Rodríguez, director de la agrupación La Cruzada, afirma: «Debemos recuperar la capacidad de legitimar aquello que tiene valor, y hacerlo con urgencia».

Para eso tiene que crecer la AHS, proceso que desvela al trovador camagüeyano Pedro Antonio Sánchez Zapata, quien se cuestiona el decrecimiento de la organización en varias de sus secciones y la pertinencia de buscar talentos en las universidades y otros escenarios.

El músico propuso incluir la vanguardia artística cubana dentro de la agenda turística de la nación, para transmitir lo mejor del arte cubano y comercializarlo.

Nuestros pequeños son los mayores beneficiarios de los diferentes proyectos que tiene la Asociación. Fotos: Tomadas Del Perfil En Facebook De La Ahs

A estas se suman otras inquietudes, como el sistema de pago a los artistas asociados de la radio; la insuficiente crítica especializada; el definir y sistematizar una programación a partir de jerarquías culturales, y la búsqueda de mecanismos que permitan promocionar la cultura cubana e impulsar su comercialización, una cuestión que hoy no se concibe dentro de los propósitos de la AHS, pero ha sido reclamo de varios asociados.

Al decir de su Presidente, la AHS debe parecerse a sus asociados y ser una familia, una hermandad. Debe ofrecer la posibilidad de crecimiento, de participar, de ser representados… y de alcanzar una voz colectiva por encima de cualquier voz individual.

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