De izquierda a derecha: Williams Calero, Yamil Díaz, Ricardo Riverón y Jorge Luis Mederos (Veleta). Autor: Cortesía de El Club del Poste Publicado: 20/05/2020 | 10:31 pm
La poesía sigue sumándose a las iniciativas para mantener lejos al nuevo coronavirus. Hace unos días se estrenó en la Televisión Cubana un video con el poema Quererse de lejos. Dividido en tres partes, las décimas que componen el texto promueven el aislamiento como único modo de salvar la vida, al tiempo que defienden la esperanza, los sueños, la familia y aluden a personas tan especiales como pueden ser la esposa, la novia, el hijo; y al personal de la salud. Esta vez un abrazo a distancia nos libra de todo mal.
Cuatro poetas, quienes forman parte del grupo literario El Club del Poste, de Santa Clara, integrado por Ricardo Riverón Rojas, Williams Calero Calero, Jorge Luis Mederos Betancor (Veleta) y Yamil Díaz Gómez, escribieron Quererse de lejos. El Club del Poste abandona esta vez sus temas irónicos, humorísticos, para abordar uno
muy sensible.
Cuenta el poeta y editor Ricardo Riverón, autor entre otros libros de El Ungüento de la Magdalena, que la idea surgió de una conversación con el poeta Alpidio Alonso, ministro de Cultura, y añade:
«Más allá de lo humorístico, supo ver nuestra capacidad como poetas. Nos sugirió también cómo entrarle al tema. Lo otro fue algo parecido a los diez punticos, solo que, por correo electrónico, para cumplir con el aislamiento que recomiendan las autoridades sanitarias. Nos repartimos los enfoques y luego la sesión colectiva de trabajo, dale para allá, y dale para acá, hasta que todos estuvimos conformes. La mano de cada uno está en cada una de las nueve décimas que integran el trabajo».
Por su lado, Jorge Luis Mederos Betancor (Veleta), autor de El libro de otros, explica: «El proceso de creación y corrección colectiva fue exactamente el mismo y en ningún momento dudamos de su calidad literaria porque sobraba motivación y experiencia. Sabíamos que serían destinadas a un público mucho más amplio del que estábamos habituados. Nos demoró un poco el enlace con Williams en el extranjero, pero por lo demás se trabajó con la celeridad habitual y el resultado ya es historia que no me corresponde a mí contar».
Williams Calero, el más distante geográficamente, pero el más cercano por las tecnologías, nos comenta: «Hasta ese momento nuestro trabajo como Club había sido con un tono satírico, y por las condiciones de cuarentena debíamos aportar ideas que serían complementadas de forma que quedara un cuerpo orgánico, como siempre había sido nuestro quehacer.
«En mi caso particular, la experiencia la estaba viviendo desde otro entorno, aunque me mantenía al corriente de cómo se desarrollaba el proceso en Cuba. Y conscientes de que la manera más fácil sería para muchos hacer de la pandemia una parodia, apostamos por el lado sensible y humano que se vive en estos tiempos».
Otro de los miembros de este proyecto, Yamil Díaz Gómez, editor, poeta y periodista, reconocido estudioso de la obra martiana y responsable del libro Decimerón explica que «más que un poema, nos pidieron un texto para un audiovisual. Eso sí: en décimas. Gracias al correo electrónico y al teléfono nos pudimos unir de otra manera para volver a trabajar en colectivo».
En el material audiovisual, dirigido por el realizador Inti Herrera, participan como declamadores los actores cubanos Ray Cruz, Enrique Bueno, Fernando Echevarría, Roque Moreno, Jorge Enrique Caballero, Denys Ramos, Osvaldo Doimeadiós, Jorge Martínez y Alden Knight.
Según Ricardo Riverón, el Ministerio de Cultura convocó a los actores, al equipo de realización, al Instituto Cubano de Radio y Televisión para que lo transmitiera y lo colocó en las redes sociales, donde ha tenido un impacto que ninguno de ellos sospechaba. «Ha sido, además, un ejercicio que nos ha servido para renovar nuestra linfa creativa; una de las experiencias más gratificantes que nos ha tocado vivir. Al menos en mi caso, le aporta un nuevo sentido a todos los
esfuerzos precedentes».
Para Williams Calero, «la décima tiene el poder de síntesis de expresar una idea y darte, si la sabes manejar, la posibilidad de que sea de forma ocurrente, lo que hace que el retratado en los versos pueda recordarla, y a partir de ahí, se divulgue de boca en boca».
Por estos días la Televisión Cubana sigue transmitiendo el video inspirado en el poema Quererse de lejos, minutos antes del aplauso cerrado de las nueve de la noche. Williams destaca que hasta la fecha ha reunido más de 30 000 visitas y ha sido recomendado en países como Chile, Argentina, Colombia, México, España y Estados Unidos. Las personas, dice, van dejando de lado las ideologías, se ven reflejados en el optimismo y en la convicción de que vamos a salir adelante.
Quererse De Lejos
-I-
Este virus criminal,/ muchacha, te hace lejana./ Cercanas, tú y la mañana/ me alivian de cualquier mal./ Te vi, y te quise frutal,/ rumorosa y decidida./ Pero acato esta medida/ de aislarme de lo que vi,/ pues me separa de ti,/ pero nos salva
la vida.
Tu pupila en el pañuelo;/ debajo de él: tu boca;/ mi beso, que no te toca,/ se detiene ante ese velo./ En mi desmayado anhelo/ ya te beso con mirarte./ Sé que volveré a abrazarte,/ pues venceremos al mal/ y el aislamiento social/ no me va a aislar de soñarte.
Entre las cosas que espero,/ espero por ti, mujer,/ ahora que quiero tener/ tu olor en mi cuerpo entero./ Todo de ti saber quiero:/ de tu azúcar, de tu sal,/ de tu miel y tu panal/ para guardar la fragancia,/ porque este abrazo a distancia/ me libra de todo mal.
-II-
No por lejos tu figura/ se me hace pequeña, hijo;/ recuerda que yo no fijo/ límites a tu estatura./ Me quedo con la ternura/ que estrecha todos los lazos,/ para unir los dos pedazos/ de nuestro abrazo visual,/ como si desde el portal/ te abrazaran veinte brazos.
Te saludo con el codo;/ tú bien sabes la razón:/ es mi codo la ilusión/ de sentirte de algún modo./ Cuando lo salvemos todo,/ sabré que salvé tu ser./ Tendré el corpóreo placer/ de entregarte día tras día,/ los besos y la alegría/ que se hicieron humo ayer.
Y entrarán en nuestro abrazo/ sin brazos, tantas personas;/ vendrán de todas las zonas/ sin titubear, paso a paso./ En el alba de este ocaso/ crecerá nuestra verdad./ Y cuando la enfermedad/ no nos contagie a ninguno,/ a ver si nos damos uno/ que abarque a la Humanidad.
-III-
Hoy que la fiebre se asoma/ con un puñal en los dientes,/ y recorre continentes/ hablando su cruel idioma./ Hoy que hasta a la piel de Roma/ llega luz desde La Habana,/ soñemos con el mañana/ más limpio del universo./ Yo solo entrego este verso,/ y espero tras
mi ventana.
Te miro pasar, doctor,/ camino al laboratorio,/ como un ángel promisorio/ en la patria del dolor./ Por eso aplaudo tu honor,/ tu bálsamo de piedad/ y esa firme voluntad/ de cruzar la lejanía,/ enfermo de cubanía,/ curando a la Humanidad.
Como nos devolverás/ a la salud y al abrazo,/ la hora del cañonazo/ es la hora de la paz./ Doctor, tú no tienes más/ fortuna que una ovación:/ por la férrea vocación/ de que siempre haces derroche,/ el pueblo, noche tras noche,/ te aplaude desde el balcón.