Patrimonio literario Autor: Cortesía de la Institución Publicado: 11/09/2019 | 01:40 pm
Camagüey.- Con la impresión de libros en peligro de desaparecer y clasificados de muy raros, ediciones El Lugareño, —con 10 años de fundada—, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), exhibe uno de los proyectos más notables al garantizar la salvaguarda de parte del patrimonio intangible cubano, el cual fue investigado hace más de un siglo por sus historiógrafos.
Obras como Escenas Cotidianas (1839), de Gaspar Betancourt Cisneros —El Lugareño—, Historia de Puerto Príncipe (1867), de Tomás Pío Betancourt, Colección de datos históricos-geográficos y estadísticos de Puerto Príncipe y su jurisdicción (1888), de Juan Torres Lasqueti, y Apuntes de Camagüey (1929), de Jorge Juárez Cano, fueron publicadas como parte de esta estrategia editorial de gran valía literaria e histórica.
La máster Irma Horta Mesa, directora de esa institución, aseguró a JR que la OHCC, junto a su sello editorial, tiene el propósito de rescatar estudios que valoran no solo cómo se estableció y desarrolló la ciudad patrimonial de Camagüey, sino también cómo fueron su impacto y vínculos económico, político, social y cultural con otras villas del país.
«Hubo historiógrafos que se dedicaron desde la época de la colonia a investigar, desde una mirada muy mediterránea, no solo el trazado irregular de la Villa y su entramado, sino también cómo se comportaron sus ciudadanos; sus costumbres, se consolidó su cultura y cómo fue el proceso de surgimiento del criollo camagüeyano», valoró la especialista.
Dijo la experta que todo ese patrimonio historiográfico e intangible conforma la obra edificatoria de Camagüey, la cual además quedó al centro y apartada de ciudades claves como La Habana, y Santiago de Cuba.
Explicó que para la OHCC no solo le es vital trabajar en las edificaciones del patrimonio tangible; las cuales permiten mantener los valores culturales y arquitectónicos, sino también salvaguardar el intangible, «para que las nuevas generaciones de investigadores, historiadores y alumnos accedan a ese conocimiento y puedan reinterpretar el proceso de conformación de Camagüey como ciudad, a 505 años de fundada, el 2 de febrero de 1514».
Valoró de excepcional los cuatro estudios reimpresos, los cuales ya han llegado a destacados historiadores de dentro y fuera de la geografía nacional, así como a estudiantes y profesionales de carreras a fines.
Historia de Puerto Príncipe (1867), de Tomás Pío Betancourt, se define como la primera obra historiográfica del Camagüey, a pesar de las limitaciones metodológicas de entonces; y su autor, como el primer historiador de la ciudad.
Escenas Cotidianas (1839), de Gaspar Betancourt Cisneros —El Lugareño—, es un modelo lingüístico, en aspectos relacionados con la acentuación y la ortografía de manera general, a la vez que ofrece una visión acertada del periodismo, el periodista y el público.
Colección de datos históricos-geográficos y estadísticos de Puerto Príncipe y su jurisdicción (1888), de Juan Torres Lasqueti, deja memorias escritas sobre la cultura de esta localidad con la esperanza, tal cual subrayó el autor, «de que tal vez sirvan de estímulo á[1] escritores más ilustrados y competentes para acometer la árdua[2] empresa de llevar á[3] feliz término una "Historia de Puerto Príncipe"».
Apuntes de Camagüey (1929), de Jorge Juárez Cano, es un aporte a la historiografía local y nacional, que revela rasgos culturales, identitarios, históricos y patrimoniales desde el descubrimiento de la Isla, en 1492 hasta 1898, fecha que fija el comienzo de la intervención norteamericana, en territorio principeño.
Los volúmenes señalados pertenecen a la colección Esencias, de este sello editorial, que cumple con el fin marcado de reeditar ejemplares únicos, en peligro de pérdida, y la publicación de investigaciones actuales que ponen a la luz nuevas visiones de la historia y la cultura local.
[1] Se respeta la ortografía del original
[2] Ídem
[3] Ídem