Tengo en mis manos un libro de entrevistas. Se titula El otro lado del catalejo, publicado por la Editorial Pablo de la Torriente Brau de la UPEC. Y este título resulta el primer acierto de un volumen cuyo autor es el poeta y periodista Waldo Leyva. Desde el lado de allá del catalejo, se presentan nueve personajes de las letras, incluidos el teatro y el periodismo.
Siguiendo con el símil del catalejo, cuando se trata de un libro de entrevistas, o de una entrevista única, el lado más delicado, incluso riesgoso, es el del que observa. En mis 47 años de periodista he aprendido que la calidad de una entrevista depende del que pregunta. La vacuidad le está prohibida. En cambio, ha de proponer lo más útil, preciso y sugerente de la entrevista. Por tanto, después de leer El otro lado el catalejo, puedo recomendar su lectura.
Me parece que el lector saldrá enriquecido leyendo el diálogo vivo que Waldo Leyva sostiene con escritores y poetas, y un actor como Sergio Corrieri que fue, también, un poeta apto para ser leído.
Entre otros, responden preguntas Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí; Luis Ortega, filoso periodista cubano que residió en Estados Unidos muchos años y vino a Cuba varias veces. También el colombiano Juan Manuel Roca, y otros creadores de América Latina y España.
Salvo Corrieri, que habla esencialmente de teatro, casi todos los demás responden básicamente sobre literatura. En especial, las respuestas sobre la poesía sobresalen por su interés. Por ejemplo, leamos esta del poeta español Luis García Montero. Dice: «Cuando buscando palabras para explicarte con el otro, llegas a saber cosas de ti que antes te pasaron inadvertidas, por eso entiendo la poesía como un ejercicio de hospitalidad…».
En fin, toda entrevista implica el riesgo de reducirse. Ambos sujetos se saben desafiados. Uno asume el compromiso de dirigir preguntas no solo cuerdas, sino también originales, creativas, estimulantes. Y el entrevistado se verá compelido a respuestas nutridas de originalidad, aunque el interrogatorio lo haya frustrado en el vacío.