Alejandro Batista López se desempeña como redactor y coordinador de la revista Signos. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 21/05/2019 | 08:32 pm
SANTA CLARA, Villa Clara.— Samuel Feijóo paseó su genio bañado de una proverbial modestia por las guardarrayas, las intrincadas lomas, la sabana y supo en sus encuentros, hasta en el más recóndito paraje, con sus habitantes, sacar a la luz la savia nutricia para engrandecer el folclor o descubrir ingredientes cardinales para su enriquecimiento.
Sobre El sensible Zarapico, como tituló su obra autobiográfica, se pueden escribir miles de anécdotas en torno a ese andar pueblerino, con esa filosofía filosa y clarividente que siempre tuvo para retratar a personas y hechos.
Samuel Feijóo (San Juan de los Yeras 1914-La Habana 1992) fundó en 1958 del pasado siglo la Revista Isla, de la Universidad Central de Las Villas, y poco después, en noviembre de 1969, dio vida a la revista Signos, publicación en la que, prácticamente, lo hacía todo, por lo que le imprimió un sello de originalidad y singularidad insólito, que incluyó el cuidadoso tratamiento de la gráfica.
Como una incógnita quedó el día exacto en que surgió Signos, pues además de desconocerse la fecha del primer número, tampoco se registraron los siguientes. Solo se sabe el mes. Cabe pensar que quizá esta circunstancia obedeció a que la revista carecía de un ciclo habitual de circulación.
Ahora Signos está cerca de festejar su aniversario 50. Entonces la ocasión resulta propicia para desempolvar algunos trazos históricos de la mano del joven Alejandro Batista López, redactor y coordinador de la publicación, con sede en la Biblioteca Martí, de esta ciudad.
—¿Cómo se concibió este proyecto en sus inicios?
—Desde el principio la revista atravesó montes y caseríos para registrar esencias, encontrar vidas dispuestas a revelar memorias, tradiciones, leyendas, con el fin de registrar y dejar para la posteridad las manifestaciones de lo popular que corren el riesgo de quedar en el olvido.
«Hombre de sorprendente visión y colmado de la constante impaciencia de descubridor, Feijóo abrió las puertas a través de esta publicación para penetrar en los rincones de lo más auténtico y característico de nuestro folclor.
«La publicación ha reflejado desde sus inicios el resultado de investigaciones basadas en el trabajo de campo, entrevistas a testimoniantes, así como fotos y dibujos. Ajena a lo teórico y dispuesta a captar lo modesto y extraordinario del folclor cubano, a lo largo de sus 76 números publicados hasta hoy, Signos se ha destacado siempre por su factura amena.
«La revista sobresale por la imaginación que manifiestan los autores en la forma de redactar sus artículos, la variedad en el diseño, la creatividad en el perfil artístico, el tono espontáneo, rozando lo informal, sin tener que acudir a esquemas prediseñados ni a intermediarios bibliográficos».
—¿Rasgo distintivo?
—La oralidad ha sido el factor principal, el alma de casi todos sus volúmenes. A través de lo que se cuenta se ha podido recoger la imagen de vida de pequeños pueblos y zonas rurales inundadas de criaturas legendarias, güijes, madres de aguas, ciguapas y diablos, festividades como las parrandas y sus artesanos, músicos y personajes populares, y protagonistas de cuentos y anécdotas inimaginables.
«Se ha apostado siempre por el rescate de una sabiduría verbal diferente, a través de la legitimación de las fuentes orales».
—¿Desafíos?
—Sobre estos años de vida y de los números que han visto la luz, mucho podría decirse. Pero queda mucho por hacer. Se debe rescatar la dimensión nacional de la revista, llevarla a todos los rincones de la Isla en busca de colaboradores, materiales sobre la creación de los hombres y mujeres humildes, artistas anónimos, sin obviar los reconocidos.
«Muchos son los seguidores de Signos, con deseos de disfrutar cada una de sus propuestas, pues hay quienes la buscan y coleccionan dentro y fuera de Cuba por lo mucho que ha significado para la cultura cubana, al estar permanentemente tras la huella de lo popular.
Una invitación a crear
Como una tentación indiscutible, Signos invita a dibujantes, fotógrafos, poetas, narradores y artistas en general; a escritores, etnólogos, periodistas, historiadores, folcloristas, culturólogos, investigadores sociales de Cuba y del extranjero, a participar en esta conmemoración de la revista.
Lo podrán hacer con obras que refieran, testimonien, valoren, analicen, interpreten cualquier aspecto de este trayecto editorial de Signos o de la obra múltiple de su fundador, Samuel Feijóo, o con trabajos de campo, de ser posible inéditos, sobre alguna temática que se haya tratado en Signos u otra propuesta que refleje el rescate cultural en estos tiempos.
Los trabajos deberán presentarse hasta septiembre de 2019 en páginas tamaño carta, Arial 11, a espacio y medio de interlineado, con una extensión de hasta 15 cuartillas. Deberán acompañarse de dirección electrónica y teléfono del autor. Para cualquier pregunta, propuesta de tema, aclaraciones, o envío de colaboraciones, puede comunicarse a través de las siguientes direcciones de correo electrónico: director: arnaldot@uclv.edu.cu; editor: revistasignos@cenit.cul.cu; coordinador: redactorsignos@cenit.cult.cu, o también por el teléfono 42205565.