Lizt Alfonso Dance Cuba con el espectáculo ¡Cuba vibra! Autor: Twitter Publicado: 07/08/2018 | 09:08 pm
En tan solo 24 horas, Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC) pondrá a prueba su mágico poder de hechizar sin miramientos al público de cualquier parte del universo, sin importar edad, raza, lengua o religión, cuando ¡Cuba vibra! se adueñe del gran coloso de la cultura azteca, el Auditorio Nacional, en el D.F., México. Y no obstante, a pesar de la probada capacidad de este aplaudido espectáculo para conquistar corazones, el desafío de mañana 9 de agosto será enorme, porque habrá que enamorar a 10 000 personas de un «golpe» de arte y danza fusión único y potente.
Actuar en el D.F., y especialmente en el Auditorio Nacional, resulta un largo sueño acariciado por la maestra Lizt Alfonso, fundadora, directora y coreógrafa de una compañía danzaria habituada a abrir puertas por el mundo para que penetre con la fuerza de un huracán lo más auténtico de la cultura cubana.
En una hora y 36 minutos, LADC intentará resumir la imponente trayectoria que la caracteriza, por medio de creaciones que constituyen un hito dentro de conocidos espectáculos como Alas, Vida, Amigas, Elementos, Fuerza y compás..., «ahora presentados con un empaque de lujo. Lucirán en la escena los imaginativos vestuarios que idearon los maestros Eduardo Arrocha, Ricardo Reymena, Erick Grass..., pero con un decorado de fondo diferente, concebido para el Auditorio Nacional por el reconocido diseñador cubano Raúl Valdés (Raupa), con esa visualidad impactante que lo destaca», asegura Lizt.
«Se trata de un apasionante viaje por casi 27 años de historia e intenso trabajo (la agrupación arriba a su aniversario el venidero octubre), a través de las danzas y los ritmos que han definido la esencia de lo cubano: la mezcla de lo español con lo africano, para dar a luz todo lo grandioso que nació cuando ambas culturas se hicieron una sola: chachachá, mambo, rumba, conga, bolero, feeling...».
Serán 26 bailarines sobre las tablas quienes, acompañados por diez virtuosos instrumentistas que interpretarán la música en vivo, se responsabilizarán esta vez con entregar un espectáculo como todos esos a los cuales ya nos tienen acostumbrados: de alto nivel artístico-técnico, dinámico, elegante y lleno de pasión.
«Ciertamente no es esta nuestra primera vez en el hermano país, pues ya hemos actuado en Hermosillo, Ciudad Juárez, Chihuahua, Oaxaca, Mexicali, Tijuana, donde se nos ha acogido con mucho calor; sin embargo, el Auditorio Nacional es como un espacio sagrado, que nos recibirá para “contar”, por medio del arte, de dónde venimos, qué hacemos y cómo hemos logrado distinguirnos entre las compañías danzarias de los cinco continentes. Es un privilegio que se materializará gracias al apoyo de instituciones como FR Producciones y Tomeguín Producciones Culturales», enfatiza la también Embajadora de Buena Voluntad de la Unicef.
Interrogada en un breve encuentro que sostuvo con la prensa sobre cómo esta ¡Cuba vibra! «unirá a ambos países», Lizt preguntó extrañada a su vez: «¿¡Es que alguna vez Cuba y México no han estado unidos!? Así ha sido y así será por los siglos de los siglos, amén. Acabamos de finalizar en nuestra sede una segunda etapa del Curso de Verano, en la que nos acompañó una numerosa representación de estudiantes mexicanos de danza: un intercambio que se convirtió en una fiesta inolvidable. Pero este no es un hecho casual o aislado, sino la consecuencia de lo que hemos hecho y sido toda una vida».
En esto último le da la razón a la Alfonso el Excmo. Sr. Enrique Martínez y Martínez, Embajador de México en Cuba, quien no esconde su satisfacción por esta cercana presentación de LADC en un escenario cumbre, «un espacio sin dudas consagratorio para grandes artistas, tanto por la envidiable oportunidad que se les ofrece de enfrentarse y conquistar a un auditorio conocedor y enorme, como por la significativa repercusión nacional e internacional que se consigue lo mismo en importantes cadenas televisivas que en destacados medios de comunicación.
«Como señala la maestra Lizt, históricamente ambas naciones han mantenido raíces de amistad profundas, de lealtad, de solidaridad indisoluble. Son muchos los hechos que lo ponen de manifiesto, pero creemos que no es suficiente con decir que nos queremos, hay que intentar demostrarlo cada vez más. ¿Cómo era posible que Armando Manzanero nunca hubiera cantado para los cubanos? Pues lo mismo habría que decir de la representación de LADC y ¡Cuba vibra! en el Auditorio Nacional.
«Este es, sobre todo, un gran regalo que queremos hacerle a nuestra gente que no permanecerá indiferente ante la majestuosidad de la obra de LADC, y con ello estaremos dando, al mismo tiempo, otro paso de avance en la consolidación de nuestras relaciones no únicamente culturales, sino también políticas, económicas...», manifestó el diplomático.
Aunque en Cuba la compañía ya había tenido una prueba de fuego, cuando 15 000 personas presenciaron una de las graduaciones de instructores de arte que tuvo lugar en la Ciudad Deportiva, de cualquier manera jamás había enfrentado una experiencia similar fuera de las fronteras. El reto es tremendo —insiste Sandra Reyes, primera bailarina de LADC. «Nos hemos estado preparando por mucho tiempo, porque queremos que la familia mexicana sea parte de la familia de LADC. Por eso nos hemos sobrepuesto a este calor sofocante y nos hemos cargado de mucha energía, ansiosos por brindar de corazón este vibrante abrazo cubano».
Igualmente la también primera bailarina Yadira Yasell anda contando los segundos que los separan del gran día, consciente de que «constituye un honor representar a nuestra Isla hermosa en una institución que aparece en el currículo de unos pocos artistas, de tan selectiva que es. Ahora le ha tocado a LADC seguir alimentando una relación fraternal eterna, pero no solo lo haremos en el Auditorio Nacional, sino también en el Centro Cultural Teopanzolco, en Cuernavaca, que nos ha invitado para que celebremos juntos, este 11 de agosto, su primer aniversario. Una función única que en lo absoluto será menor, porque cada salida a la escena de nuestra compañía es un compromiso total con el arte y con ese público de Cuba y el mundo que será siempre nuestra principal razón de ser y de amar».