El festival Artes de Cuba que tiene lugar desde el 8 de mayo en el Centro John F. Kennedy, de Washington, a más de una semana de su clausura, supera expectativas y despierta nuevos sueños.
Así lo comunicaron varios de los protagonistas al mismísimo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en un encuentro ocurrido la víspera en el centro cultural La Plaza de 31 y 2, en esta capital.
Tras reconocer el poder del arte y la cultura para forjar relaciones de respeto, el dignatario estuvo a favor de la propuesta de reproducir el evento en Cuba y también de acoger una cita donde artistas norteamericanos exhiban las principales artes cultivadas en su país.
El jefe de Estado aún tiene fresco el recuerdo del espectáculo compartido en La Habana entre músicos de varios países, el 30 de abril de 2017, para resaltar una pasión común: el jazz, y celebrar el Día Internacional de ese género.
Con ese fin, llegaron aquí artistas estadounidenses de la talla de Herbie Hancock, Esperanza Spalding, Regina Carter, Kenny Garret, Antonio Hart, Carl Allen, Marcus Miller, Ben Williams, Kurt Elling, Christian Sands y Cassandra Wilson, entre varios.
Hasta el legendario productor Quincy Jones subió a la escena del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso a animar el espectáculo, presentado por el carismático actor y rapero estadounidense Will Smith.
Díaz-Canel se encontraba en aquella gala que considera memorable y además, según atestiguó, aprecia el arte como un espacio insustituible de comunicación entre los pueblos, una herramienta eficaz para construir puentes y ofrecer muestras de respeto y paz, pese a las diferencias.
Durante el reciente encuentro con el mandatario, la bailarina, directora y coreógrafa Irene Rodríguez celebró la excelente acogida del público norteamericano en Washington que premió a los artistas con extensas ovaciones de pie y gritos de «Viva Cuba» , según reportó Prensa Latina.
Mientras la cantante y compositora Zule Guerra destacó la espiritualidad compartida, la buena energía y mucha alegría alrededor del festival.
Para su sorpresa, numerosas personas cantaron con ella temas de feeling y boleros latinoamericanos.
La mejor manera que tiene el pueblo norteamericano de saber quiénes somos los cubanos es disfrutando nuestro arte, comentó Lele Rosales, cantante de la icónica orquesta Los Van Van.
Al piso cayeron los prejuicios, los músicos creían que iban a tocar ante un auditorio muy serio y, al ver a la gente de pie dispuesta a moverse al compás del ritmo, el espectáculo se desbordó de alegría, porque los cubanos somos así, según dijo el vocalista.
Los integrantes de la Orquesta Miguel Faílde aseguraron que en el Centro Kennedy se bailó danzón y elogiaron a un movimiento de casineros (bailadores de casino) existente en Washington e integrado por personas de diferentes países.
El festival combina las distintas artes y la plástica estuvo representada por obras de Roberto Diago, Manuel Mendive y Roberto Fabelo, la danza contemporánea por la compañía Malpaso, el teatro por piezas dirigidas por Carlos Díaz y Carlos Celdrán, entre otros artistas y manifestaciones.
Varios de los participantes cubanos en el evento reconocieron también la cobertura integral brindada por Prensa Latina a las distintas funciones.
Artes de Cuba concluirá el 3 de junio luego de una jornada de presentaciones del Ballet Nacional del país caribeño que, bajo la dirección de la mítica Alicia Alonso, bailará dos clásicos muy estimados a nivel mundial: Don Quijote y Giselle.