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Esta noche se inaugura oficialmente la 39 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano con el más reciente título del brasileño Selton Mello, O filme da minha vida.
Sin embargo, cuando llegue el momento en el Karl Marx del otorgamiento del Coral de Honor a Carlos Diegues y de las presentaciones de la Camerata Romeu y Alejandro Falcón, seguramente ya los cinéfilos cubanos habrán disfrutado algunos de los 19 largometrajes de ficción, 18 óperas primas, 18 cortos de ficción, 19 largometrajes documentales... que compiten por los premios Coral.
Es la tercera vez que el popular actor Selton Mello se sitúa tras la cámara con O filme da minha vida y si en su ópera prima (Feliz Natal) también concursante en el Festival, pese a tener bajo la manga una historia interesante mostraba titubeos y gazapos de principiante, ahora nos engancha desde los minutos iniciales.
Y eso que, en puridad, la anécdota no tiene mucho de original: en las sierras del sur de Brasil, en 1963, Tony, un joven enamorado del cine y la poesía, tras graduarse en la universidad, regresa a su pequeña ciudad rural para descubrir que su padre se ha ido para siempre, por lo cual busca la compañía de los amigos de aquel tratando de recabar información y referencias de un modelo de hombre perdido.
De cualquier modo, Mello se las arregla para entregarnos un filme de alto vuelo, donde sobresalen, en primer lugar, la exquisita reconstrucción epocal, y en ese mismo orden, una banda sonora llena de canciones tanto francesas como brasileñas que sirven de puntero dramático del relato.
Luego están las actuaciones. Logran desempeños muy notables: Johnny Massaro, Bruna Linzmeyer, el francés Vincent Cassel, Bia Arantes, Ondina Clais y el propio director, quien se reserva un papel habitual en sus participaciones: el villano.
Por cierto, los conflictos entre padres e hijos (sobre todo adolescentes y jóvenes) constituyen toda una tendencia dentro de la producción más reciente del cine latinoamericano, de lo cual esta edición del festival dará fe en sus intensas sesiones, que justamente comienzan ya. Estaremos atentos.
