Espectáculo Superbanda Clown del grupo Teatro Tuyo. Autor: Villalvilla Publicado: 21/09/2017 | 06:59 pm
Cienfuegos.— Rió tanto que le dolió la mandíbula. Sus carcajadas se amplificaron con la acústica del teatro; parecían actuadas. Eran ella y los siete payasos. Nadie la miró indiscretamente. Todos gozaban con la misma «exageración».
«Es tan bonito cuando la gente reflexiona y se divierte», pensó, porque a la altura de sus casi 30 años es bien difícil sacarle una sonrisa. Pero aquella noche no paró de hacerlo y fueron casi dos horas sin que nadie hablara: ni en el escenario, ni en el público.
«El no usar la palabra no es una imposición, ni siquiera estética. Es sencillamente la voluntad de —en un mundo tan lleno de ruido— hacer un alto y, desde el gesto y la acción, decir cosas».
Así explica Ernesto Parra, director del grupo tunero Teatro Tuyo, cómo la obra Superbanda Clown, más de 50 veces puesta en escena, logra tal conexión con el público que permite, a cualquier edad, entender cuál es el argumento, la lección final.
Ganadora de los premios Aquelarre y Villanueva de la crítica, durante la función los jóvenes actores —devenidos excelentes músicos (tocan trompeta, flauta, percusión, violín)— intuyen solidaridad, inclusión y sobre todo unidad.
«La idea principal es cómo usar el poder en función de los demás, no desde un pedestal ni ponderando un solo criterio u opinión, sino al servicio de los otros. “Quien va delante está allí para conducir”, así transmitimos nosotros, a través de la obra, nuestra filosofía del ejercicio del poder».
En Superbanda Clown siete músicos se turnan al frente de la orquesta ante la ausencia del director. Cada uno intenta que se interprete la Oda a la alegría de Beethoven según su color, sin notar que la belleza radica en la combinación de todos.
Entonces, entre cada intento individual, se escucha el Chan Chan, El Pilón y hasta un «silente» Lágrimas negras que el público reconoce y canta.
«La satisfacción con Super…. es total a partir de cómo una idea personal se magnificó en un equipo. Es homenaje y respeto al arte del clown, surgido precisamente para recordarnos que somos lo mejor de la creación».
Y son muchos los sentimientos que se tocan con esta obra, estrenada en Cienfuegos durante la expedición Títereclown, y como parte de una gira no solo para el público sino además para los propios artistas.
«La intención de esta primera parte por el centro de Cuba era disfrutar, intercambiar experiencias, conectar con otros actores que hacen este trabajo del clown, maltratado y subestimado».
Por eso Teatro Tuyo lo defiende tanto. Con un prestigio ganado en el mundo del clown cubano a puro sacrificio por presentarse sobre todo en escenarios fuera de la capital. Parra no cree en el fatalismo geográfico, ni en que vivir y trabajar fuera de La Habana sea una cruz para la creación.
«Siempre pensamos en Guillermo Vidal, un escritor tunero a quien le preguntaban: “¿cuándo te mudas para La Habana?”, y respondía: “París igual me queda lejos”.
«Las Tunas ha sido como una brújula que ha marcado el destino de Teatro Tuyo. El punto no está desde dónde lo hacemos, sino con quién lo hacemos y cómo lo hacemos. El trabajo se traduce en horarios abiertos de entrenamiento, investigación, compromiso real con la sociedad».
«Nos acompaña la filosofía de florecer donde hemos sido plantados, por eso Las Tunas es la ciudad amada, inspiradora de aquello que luego el público ve», confiesa.
Estos profetas en su propia tierra y en plena terminación de su próximo espectáculo Orquesta de payasos, mantienen en cartelera todas sus obras desde enero de 1999.
«Son casi 15 en el repertorio activo porque, al implicar muchos gastos y recursos, tratamos que las temáticas sean vigentes y nos permitan ponerlas en escena en cualquier momento».
«Orquesta de payasos será un espectáculo destinado a espacios no convencionales, para salir de la sala e invadir otros sitios como plazas públicas, parques, etc.».
En franca apuesta por el clown, sueñan con expandir ese arte a pesar de los escollos y la subestimación.
«Es difícil, pero nos ocupa y toca. Ya se dan los pasos desde el Centro Nacional de Escuelas de Arte (Cneart) para crear en Las Tunas la Escuela Nacional del Clown, un empeño en el cual desde hace años trabajamos, y encaminado a formar actores no solo para Teatro Tuyo, sino para que el mundo hermoso y poético de esos artistas prolifere en el país».
Una nariz roja exige por tanto ajustarse al rostro de un actor completo, versátil, capaz de transmitir emociones y vida sobre la escena, capaz de dejar en el público ese sabor de esperanza y alegría que logran, en cada espectáculo, los actores de Teatro Tuyo.