Sándor Martínez Fuentes, vicepresidente nacional de la Brigada de Instructores de Arte José Martí. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 06:18 pm
Por el teatro se le coló a Sándor Jorge Martínez Fuentes, desde hace tres años vicepresidente nacional de la Brigada José Martí (BJM), el amor hacia la profesión de instructor de arte. Nacido en Melena del Sur, actual provincia de Mayabeque, fue en la Secundaria Básica cuando empezó a verlo todo más claro.
«Desde temprana edad mi familia descubrió que poseía determinadas habilidades comunicativas. De hecho, llegó a pensar que me convertiría en periodista o en comunicador social, pero tuve muy cerca a una excelente instructora de arte que logró que surgiera en mí ese afán por servirle a la gente, a la comunidad, por crear y entregarme en función de los demás. Entonces decidí seguir sus pasos, y me hice con orgullo también maestro», contó recientemente este joven egresado en 2009 a quien JR entrevistó para conocer detalles sobre el quehacer de los brigadistas no solo en lo que resta de año, sino también en el primer semestre de 2016.
—Acaba de finalizar otro verano en el que la BJM estuvo muy activa...
—Sí, fue un verano muy intenso para la BJM y para los instructores de arte, quienes nos volcamos completamente hacia las comunidades, el escenario fundamental donde realizamos nuestro trabajo, sin abandonar instituciones como la escuela y la casa de cultura. Se trata de una etapa en la que no solo adquirimos conocimientos que sin dudas enriquecen nuestra labor, sino que además impulsamos eventos al estilo de Hieroscopia 2015, en Nuevitas, Camagüey; y el encuentro que acogió el municipio de Guisa, en Granma, y que posibilitó el intercambio de destacados proyectos socioculturales como El amor toca tu puerta, Alas de mariposa, y Picacho.
«Mientras que Hieroscopia 2015 buscaba fomentar la cultura de la apreciación audiovisual en la comunidad, interactuar con los públicos a través de vías contemporáneas y acordes con la preferencia de estos, e incentivar la creación artística esencialmente de jóvenes y niños a través de la producción audiovisual con recursos alternativos o domésticos; el intercambio que se realizó en Granma perseguía socializar las experiencias de los grupos gestores de los mencionados proyectos en pos de enriquecer la metodología para actuar de una manera más eficiente en la comunidad y, al mismo tiempo, llevarles arte y la recreación a los pobladores de las localidades cercanas.
«Igual resultó muy significativo repetir una acción que surgió en Mayabeque y que se denomina Misión Patria. Consiste en convivir durante diez días con los habitantes de comunidades de difícil acceso, con aquellos que radican en otras de cierto valor histórico, o en zonas de silencio. Son sitios donde apenas existen opciones recreativas y culturales, así que es muy grande el impacto de la obra que realiza en ellos la BJM.
«Te puedo asegurar que durante este período la Brigada llena de alegría estas zonas en las que intercambia con la gente, desarrolla talleres de creación y presentaciones de unidades artísticas, etc. También llegamos con la intención de preparar a líderes comunitarios para que luego puedan continuar esta labor y seguir dinamizando la vida de esos lugares».
—Con el inicio del curso escolar comenzó asimismo una nueva etapa de trabajo...
—Esta vez iniciamos el curso escolar no solo con más de 16 000 instructores de arte en todo el país, distribuidos tanto en las escuelas como en las casas de cultura y otras instituciones, sino también con una cifra superior a 400 jóvenes que nos representan en la misión Cultura corazón adentro, en la hermana República Bolivariana de Venezuela.
«Ahora, a partir de octubre, comenzaremos a llevar adelante, en la base, el tercer proceso eleccionario de la BJM, que se extenderá hasta febrero de 2016, y en el cual se elegirán las nuevas estructuras de dirección que conducirán el trabajo de los instructores de arte en los próximos tres años.
«En noviembre, después de que finalicen en las comunidades, se efectuarán las asambleas municipales, para luego darle paso en enero a estos encuentros de los brigadistas a nivel de provincia. Como ya te mencioné, en febrero tendrá lugar el Consejo Nacional de la BJM. Ocurrirá del 17 al 19, pero el 18, que coincide con el Día del Instructor de Arte, entregaremos reconocimientos especiales a quienes han desempeñado una labor sobresaliente.
«Asimismo, con el arribo de septiembre empezamos a organizar la jornada de celebración por el aniversario 11 de la Brigada, que se cumple en octubre. Es alrededor de esta fecha que otorgamos la condición de Miembro de Honor, la máxima distinción con la cual la BJM reconoce a personalidades de la cultura y del magisterio (en esta ocasión serán seis) que constituyen un referente para nuestro trabajo, o que son pilares en nuestra superación como profesionales. Ocurrirá el día 15 de octubre, a las 3:00 p.m., en el Memorial José Martí.
«Aprovecho este diálogo con Juventud Rebelde para informar que la sede del onceno cumpleaños de la Brigada será Pinar del Río, atendiendo a los resultados positivos que ha tenido a lo largo del año, sobre todo en la etapa estival que recién concluyó. El 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, haremos una gran fiesta comunitaria con los instructores de Vueltabajo».
—¿Se mantiene también en octubre la gala de premiación de los premios Escaramujo?
—Efectivamente, el día 18. Como sabes el Escaramujo es nuestro principal evento de creación, donde se distingue a las unidades artísticas que se han destacado por su trabajo con el movimiento de aficionados. Participarán instructores de todo el país, quienes se darán cita en la ciudad de Bayamo, en Granma.
—¿Cuáles son los nuevos retos que le ha tocado enfrentar a la BJM tras el X Congreso de la UJC?
—Para la BJM resultaron vitales los debates que suscitó la comisión de Cultura y recreación, donde se analizaron temáticas muy cercanas al instructor de arte. Los acuerdos que allí se adoptaron se han convertido en líneas principales de trabajo para nosotros. Asimismo, continuamos apoyando las transformaciones que se ponen en práctica en el sistema educacional. Estamos conscientes de lo mucho que podemos hacer durante la segunda jornada del día en esas escuelas que se deben abrir más hacia la comunidad, ser más flexibles, y en ello jugamos un papel primordial. Nos toca, además, continuar fortaleciendo el trabajo con los aficionados, sobre quienes debemos incidir más mediante la formación de valores éticos y estéticos.
«Debemos realizar con total responsabilidad y amor esas tareas, pero sin descuidar la autopreparación y la superación. No vamos a renunciar a crecer, a ser mejores. Esa es la esencia para poder lograr resultados que dignifiquen esta hermosa profesión, que la legitimen».