La interacción del público con las piezas presentes en la Bienal crece con cada jornada de esta fiesta de las artes visuales Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:10 pm
La obra de los premios nacionales de Artes Plásticas fue presentada este jueves, a las 7:00 p.m., en la galería del Centro Cultural Cinematográfico Icaic Fresa y Chocolate, bajo el título La primera colá. La exposición forma parte del programa colateral de la Duodécima Bienal de La Habana, que hasta el 22 de junio ocupará calles, plazas, centros expositivos y otros espacios de la capital cubana.
Se trata de piezas que han sido expuestas con anterioridad, en diferentes contextos y épocas. Sin embargo, revisitarlas deja un sabor al buen café como el de «la primera colá», expresaron sus organizadores, porque de una forma u otra se han quedado en la memoria colectiva.
«El equilibrio entre la iconografía personal y la muestra reunida —subrayaron— está dado por la persistencia con la que estos artistas han trabajado los íconos con los que se reconocen, ya sean de carácter social, ontológico o político». La primera colá contó con la curaduría de Teresita Gómez Acosta y Yuray Tolentino Hevia. Una hora después de su apertura, tuvo lugar la inauguración de la exposición Persistencia, de Roberto Fabelo, premio nacional de Artes Plásticas 2004, en la galería Artis 718, perteneciente al Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC).
Entre las acciones más significativas previstas para este viernes de Bienal sobresalen la muestra Los ardientes, de Sergio Hernández, en el edificio de Arte Universal, del Museo Nacional de Bellas Artes (4:00 p.m.); el proyecto Habana (re) generación, con Esterio Segura, en el entorno de la termoeléctrica Tallapiedra (4:30 p.m.), así como las exposiciones Máquina imperfecta, de Duvier del Dago, y Mi propia sombra, del austriaco Alfred Resch, ambas en la Casa del Alba (7:00 p.m.); y, a igual hora, la presentación del libro Añejo 27, de Lázaro Saavedra, en el Centro Wifredo Lam.