Con apuros y paciencia, nuevo libro dedicado a Sara González. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:02 pm
Con apuros y paciencia vivió Sara González su intensa y fructífera vida (1951-2012), al punto de que así tituló una canción, un disco, y de ese modo se nombra ahora un libro que, a cargo de Ediciones Bagua (Madrid), dirigida por nuestra coterránea Mayda Bustamente, ha visto recientemente la luz y acaba de ser presentado en el Museo Nacional de Bellas Artes junto con un CD donde la recuerdan colegas suyos, y una exposición con litografías de 30 prestigiosos artistas de la plástica insular.
Compilado por la periodista Mayra A. Martínez, con la colaboración de Reynaldo González, Olga Marta Pérez y Sigfredo Ariel, asesorado por Diana Balboa y diseñado por Alesandra Carril, el libro ofrece una visión integral y amplia sobre quien fue un inmenso ser humano, —como manifiestan todos los testimoniantes que colaboran en esas páginas—, además de, por supuesto, una música y cantante excepcional, un referente de la Nueva Trova y, más allá, de la canción cubana toda.
Con apuros… muestra a Sara íntegra, de cuerpo y alma; la estructura del volumen comprende varias entrevistas realizadas dentro y fuera de Cuba, la discografía completa y letras de sus canciones, el reflejo en la prensa periódica y especializada también de diversos países, sobre su sostenido y apreciado trabajo, y un verdadero tesoro: las opiniones y anécdotas que muchos de sus amigos de todas partes plasmaron acerca de ella, casi todas a raíz de su desaparición física.
Aunque en la mayoría no deja de haber alusiones a su obra, generalmente esas palabras se refieren a la artista esencialmente como mujer, como persona: el sentido del humor y del deber, la filantropía, la cubanía, la hospitalidad y el patriotismo. Los rasgos más destacados y admirados de su personalidad son reflejados en muchos de los abundantes testimonios que llenan los capítulos Mucho se habla de ti y Mi amiga Sara.
Valor añadido significan otros testigos: las imágenes; tanto la profusa selección fotográfica que nos la revela en diversas etapas de su carrera y su vida —desde los momentos iniciales hasta los últimos—, sola o acompañada por sus colegas y amigos, como las obras que valiosas firmas de la plástica cubana le dedicaron, a ella o a sus canciones. Tampoco faltan las cubiertas de sus principales fonogramas. Todo ello engalana el volumen y ensancha su dimensión contribuyendo a mostrarnos a la figura en muchas de sus facetas y ubicándola en tiempos y espacios.
Los «apuros» que acarreó la edición —justo para que estuviera a tiempo en este homenaje— implicó que se dejara fuera alguna que otra página o foto importantes, que se adviertan ciertos descuidos en algunas redacciones y que, digamos, en el capítulo de Sus canciones se hubiera preferido la plasmación de las mismas en orden cronológico, para apreciar la lógica evolución dentro de la condición autoral, pero son detalles (junto a otros) que podrán corregirse en la edición cubana que sin dudas se impone, para ampliar los horizontes de un libro desde ya imprescindible.
Mientras, dispongámonos a evocar una vez más a la gran amiga ausente y a la vez presente, a la Gorda que además del suyo, pobló tantos jardines con su voz y su simpatía, y hagámoslo justamente como ella plasmó en una de sus canciones: sin dolores y rezagos de lo lejos/ con los trinos que desatan melodías.